En este mundo de caras y caretas, no es fácil ser espontáneo.
Me refiero a decir lo que se piensa, eliminando de la forma de comunicarse, el disimulo, el doble mensaje, las indirectas o las mentiras.
Lo espontáneo es difícil de aplicar por eso se aprende a ser diplomático, que es el arte de quedar bien y conseguir lo que se quiere sin ofender.
En política, la diplomacia enseña a utilizar técnicas adecuadas para obtener beneficios. Puede llegar a evitar guerras y muertes inútiles, tambien para negociar, intercambiar beneficios y solucionar muchos problemas ya sean internacionales, colectivos o privados
Hay muchas razones que nos impiden ser espontáneos, o sea decir lo que pensamos y actuar como queremos, como por ejemplo faltar a las reglas de la "buena educación",
Yo creo que lo que puede justificar una mentira, más que la educación puede ser la piedad genuina o el amor verdadero.
Pero tambien, una mentira puede ser blanca que son aquellas que no duelen o sea esas faltas necesarias y útiles que pueden evitar males mayores y más que mentiras pueden ser los únicos recursos para evitar el sufrimiento.
La espontaneidad no requeriría esfuerzo alguno si no hubiera prejuicios o la necesidad de cuidar las apariencias.
No obstante ser en lo posible espontáneo y priorizar la verdad, es tambien una señal del carácter del que sabe bien discriminar las consecuencias.
Los niños suelen ser naturalmente espontáneos porque todavia no aprendieron las consecuencias que sus actos o dichos pueden provocar; entonces aprenden a fingir, a actuar, para que todos lo amen siendo como los demás y diciendo lo que se espera.
En toda sociedad aparentar es más fácil que Ser realmente quien uno Es. Probablemente por el temor a ser segregado y rechazado.
No obstante, hay que arriesgarse y convercerse, que de buena manera se puede decir cualquier cosa.
Malena
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