Leonardo Da Vinci



De niño, Leonardo Da Vinci (1616-1656), eximio autodidacta italiano, era inestable en cuanto a sus gustos, se entusiasmaba con todo pero no se decidía a afirmarse en algo definitivo que finalmente lo contentara.

No había recibido instrucción formal y no era erudito, pero era un visionario y un genio.

Fue un eximio artista, un gran pensador y un sabio que fue incomprendido en vida, tal vez por no especular para ser reconocido.

Siendo adulto se interesó en el estudio del latín, lengua que llegó a dominar y llenó los baches de su educación esforzándose con la lectura de las obras de grandes poetas, historiadores, filósofos, matemáticos, físicos, teólogos y hasta de magos, de los textos que pudo reunir en su biblioteca.

Completaban esa colección, tratados sobre cosmografía, arte militar, medicina, religión, anatomía y agricultura; y su interés se concentraba tanto en la leyenda como en la ciencia.

Leonardo compensaba con sus dones naturales lo que le faltaba de instrucción formal. Era un improvisador y le agradaba hacer comparaciones constantemente entre poetas y pintores.

Los sueños de volar inspiraron a Leonardo a diseñar la primera máquina voladora, que imitaba el vuelo de los pájaros.

Estudió con entusiasmo la anatomía de las aves, su estructura, sus músculos, sus movimientos y realizó dibujos muy precisos con amplios detalles.

Innovador incansable inauguró el campo de la ilustración científica con sus diseños y dibujos, que tenían la intención de permitirle la construcción de máquinas voladoras para hacer realidad su sueño de volar.

Diseñó un prototipo de planeador aún cuando el concepto de aerodinámica no se había desarrollado y todavía no existían los materiales livianos que se usan en la actualidad.

En sus anotaciones describe la forma de aprender a utilizar las distintas corrientes de aire y a detectarlas, tal como lo hacen los pájaros.

Leonardo Da Vinci fue pintor, dibujante, escultor, ingeniero e inventor que asimiló de la cultura florentina humanista ideas pitagóricas y un misticismo cósmico.

Su notable obra permanece ignorada hasta 1651, año en que se publicó su “Tratado de la pintura”.

Por su sentido de la naturaleza y su concepción universal Leonardo transforma el orden gótico y lo supera; y a la perspectiva lineal añade la perspectiva atmosférica.

Elaboró teorías científicas de la perspectiva, de la anatomía, del color y de las sombras.

Su gran innovación en la pintura es la obtención de nuevos efectos de fluidez de las formas en el espacio, con veladuras en profundidad.

Sus propios dibujos lo llevan a realizar nuevos descubrimientos y a profundizar sobre la mecánica del equilibrio y del movimiento de los cuerpos.

Sus contemporáneos no llegaron a conocer sus originales contribuciones sobre la mecánica de los sólidos y de los fluidos, ni tampoco sus invenciones.

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