El exceso de peso se debe principalmente a falta de control en la alimentación, cuando se ingiere abundante comida con alto contenido graso y azúcares, a lo que se pueden sumar factores genéticos y un estilo de vida sedentario.
Es un problema que afecta la salud produciendo un aumento de tejido adiposo, que disminuye la calidad de vida.
La obesidad se puede controlar modificando nuestra manera de alimentarnos pero si hemos sido obesos alguna vez, siempre tendremos la tendencia a engordar ingiriendo más alimentación de la que necesitamos.
Por esta razón comer en exceso es una adicción que se puede controlar pero que no se cura.
Nadie es culpable de ser gordo, pero puede tomar conciencia que es posible llegar a ser una persona diferente; porque la gordura limita la vida, produce distintos grados de discapacidad y problemas graves de salud, dificulta la vida de relación y disminuye la autoestima.
La ansiedad es un factor que puede producir un aumento de peso, cuando se canaliza a través de la comida.
La predisposición son los factores hereditarios, de origen biológico que no pueden modificarse, pero lo que sí pueden cambiarse son los hábitos dañinos que conducen al aumento de peso.
La vida activa, la continencia familiar, y una manera más adecuada de enfrentar el estrés, pueden prevenir la obesidad aunque se tenga la predisposición para engordar. Sólo se necesita estar dispuesto a tomar la decisión para poder llegar a ser la persona que siempre desearon ser.
Será necesario contar con la ayuda de la familia y cambiar la manera de pensar para poder modificar conductas y hábitos instalados que resultan difíciles de erradicar.
Es necesario mantenerse activos, aumentar la actividad física y evitar el ocio y el aburrimiento; y es importante contar con el apoyo psicológico de un grupo de autoayuda que también esté realizando un plan de adelgazamiento.
Los distintos cambios que se producen en la vida, pueden provocar ansiedad, depresión o angustia y conducir a reiterar comportamientos nocivos que pueden provocar obesidad; por lo que es importante pedir la ayuda que se necesita en estas etapas para sentirse debidamente contenido y evitar recaídas.
Lo que es inútil es probar tratamientos mágicos que prometen bajar de peso continuando con los mismos hábitos alimenticios.
Lo que se necesita es aprender a comer una comida sana y equilibrada toda la vida e incorporar y mantener para siempre un nuevo hábito de control de alimenticio.
Comer tiene que convertirse en una actividad plenamente consciente, de manera de poder registrar todo lo que ingerimos y darnos cuenta cuándo estamos cometiendo trasgresiones que nos conducirán a un aumento de peso, para así poder poder controlarlas.
Fuente: "Pasaporte al bienestar", Dr. Alberto Cormillot
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