El Misterio del amor


¿Por qué los seres humanos se sienten atraídos por ciertas personas y no por otras sin importar las cualidades personales que tengan?

La atracción que ejerce una persona sobre otra no depende tanto de factores objetivos, como un rostro armonioso, o una figura esbelta sino de ciertas características peculiares que coinciden con el ideal de pareja que tiene cada uno.

En gran parte, la atracción por el otro sexo está determinado genéticamente y se relaciona con los atributos que aseguran la posibilidad de reproducción, pero también influye la imagen idealizada de pareja a partir de identificaciones con personas significativas en la infancia.

Si bien es cierto que una persona con un cuerpo proporcionado y un bello rostro sea más admirada, no siempre significa que tenga el mismo éxito para encontrar pareja que otra que no cuenta con esa ventaja.

La naturaleza suele ser piadosa y compensar a los que no son agraciados físicamente con otras cualidades que a veces puede superar con creces el aspecto físico. Por ejemplo, el que no tiene belleza física puede ser más inteligente o simpático y tener mucho más éxito con el sexo opuesto.

Por esta razón es común ver a parejas desparejas, como por ejemplo hombres bajos y poco agraciados con mujeres esculturales, o mujeres que casi no llaman la atención con hombres muy atractivos.

Sin embargo, a pesar que la elección de pareja es un fenómeno único en cada caso y que no depende solamente del aspecto físico, la mayoría renuncia a su verdadera identidad y prefiere parecerse a otro que admira.

Así, las chicas son todas iguales y los muchachos se imitan unos a otros porque creen que tener la imagen del patrón establecido por la cultura como el ideal, es lo mejor.

Hoy en día hombres y mujeres pueden relacionarse sexualmente con plena libertad, sin embargo, esa libertad puede convertirse en un obstáculo para establecer una relación estable.

Aunque una relación íntima crea un vínculo más fuerte, no parece ser suficiente para motivar a un hombre a dar el siguiente paso en esa relación como para establecer un compromiso.

A eso se le agrega el inútil propósito de no crecer y la pretensión de seguir teniendo conductas adolescentes aunque tengan más de treinta años.

Sin embargo, hay mujeres que logran relaciones duraderas aún en estas condiciones, generalmente cuando se atreven a ser ellas mismas y no renuncian a su individualidad y a seguir creciendo.

Una pareja se agota en algún momento cuando solamente la une el sexo, que aunque es muy importante necesita de otras cualidades para que ambos logren un vínculo más profundo.

El amor es admiración, respeto, estabilidad y pasión que se renueva cuando el otro sorprende, se atreve a cambiar, se desarrolla y crece; porque nunca es el mismo, siempre es otro.

El misterio del amor no tiene explicación, porque es el encuentro de dos almas que se estaban buscando entre una multitud.

Amar no significa no odiar, porque el odio y el amor es una unidad y ese misterio es difícil de aceptar. El odio no destruye el amor, lo fortalece.