Asesinato de la pareja



El asesinato de la pareja es un hecho que ya aparece en la mitología, como arquetipo y también en las obras literarias de todos los tiempos; o sea que parece ser un rasgo característico de la condición humana.

La mayoría de los homicidios de pareja se dan en relaciones duraderas; generalmente cuando la ruptura es inevitable o cuando existe la sospecha de una ruptura.

Esta situación pone en duda el concepto que el homicida tiene de sí mismo, evidenciando en gran parte que no se trata de un gran amor por el otro sino de un exceso de amor por sí mismo.

La relación de pareja es una fuente muy importante para la autoestima, ya que sentirse querido y necesitado brinda la sensación de reafirmación personal, aún cuando otros intereses relevantes, como el trabajo, el patrimonio o la salud fracasen.

Los factores que pueden ser detonantes en un homicidio pueden ser por parte del homicida, el abuso del alcohol o drogas, una importante diferencia de edad y una personalidad narcisista.

El desenlace fatal de una relación no se debe solamente a una sola razón sino que se relaciona con distintos motivos que fueron acumulándose durante un período considerable de tiempo.

Según los estudios realizados en 2008 por el equipo del doctor en psiquiatría y psicoterapia de la Universidad Martín Lutero de Halle-Wittenberg; uno de cada cinco homicidios de pareja, no es premeditado, sino que se produce en situaciones de pérdida de control de los impulsos, estado de ebriedad o abuso de drogas y también por alteraciones mentales.

Un ambiente de estrés en el hogar, falta de respeto, conflictos varios, temores, dudas o desconfianza, suelen favorecer el desarrollo de sentimientos agresivos y fantasías de actos violentos contra sí mismo o contra el cónyuge y los hijos; y cuando no se encuentran alternativas viables, fracasa el control y se derrumban los valores pueden llevar a un individuo a la desesperación y al asesinato.

Un estudio realizado en el Departamento de Sanidad de California demostró que un cuarenta por ciento de los homicidas se suicidaron después de matar a su mujer, supuestamente para no admitir su fracaso.

El psicólogo David M. Buss, de la Universidad de Texas afirma que contrariamente a lo que se puede pensar no son las infidelidades las que provocan la mayor cantidad de homicidios sino la amenaza de la ruptura de la pareja.

Otros estudios realizados en otros países han demostrado que entre el 40 y 60% de los asesinatos se producen debido a la necesidad masculina de poseer sexualmente a la mujer.

Estos homicidas domésticos no necesariamente tienen una tendencia criminal sino problemas de personalidad , exceso de consumo de alcohol y de drogas.

Estudios realizados por el psicólogo Peter Fiedler, de la Universidad de Heidelberg, revelan que supuestamente en el 75% de los homicidios de pareja, hubieron amenazas previas por parte del autor, a veces para vengarse y otras para intentar reconciliarse; y que uno de cada tres lleva a cabo sus intenciones. En el 90% de los casos el agresor es un hombre y la víctima una mujer.

En el transcurso de los últimos nueve años, han perdido la vida 616 mujeres de esta forma en España.

En el caso de las mujeres, éstas matan principalmente por dos motivos, defensa propia ante un acto de violencia de la víctima o para liberarse de una situación de violencia doméstica.

Estudios realizados en Estados Unidos y posteriormente en Australia por el psicólogo Todd K. Shackelford en la Universidad de Oakland, revelaron que las mujeres que viven en pareja tienen mayor riesgo de morir asesinadas por su compañero, que las casadas.

También en las poblaciones más pequeñas ocurren en proporción más episodios de violencia entre las parejas, supuestamente debido a mayores problemas económicos y a la existencia de roles de géneros más rígidos.

Es importante para una mujer, mantenerse alerta cuando convive con una pareja que la agrede físicamente en forma reiterada, principalmente si intenta asfixiarla, porque de esa forma es más probable que le produzca la muerte.

Malena

Fuente: “Investigación y Ciencia”; “Mente y Cerebro”; “Homicidas domésticos”; Andreas Marneros, doctor en psiquiatría y psicoterapia de la Universidad Mart{in Lutero de Halle-Wittenberg.