La Privación Afectiva Temprana



En la década de los años cincuenta del siglo pasado, se apoyaban en los Estados Unidos las investigaciones psicológicas experimentales con animales con el objetivo de descubrir los efectos de la privación afectiva en cachorros. 

En esa época, se hicieron famosos los experimentos realizados por Harry F. Harlow (1908-1981). 

Hasta ese momento había muchas teorías pero no existía ningún dato científico para fundamentarlas.

Harlow deseaba comprobar cuáles eran las bases en las que se apoya el amor maternal, utilizando monos macacos Rhesus.

Ideó una madre sustituta de alambre que suministraba alimentos y otra igual pero envuelta con una tela blanda con una tetilla que no proporcionaba nada.

Las teorías convencionales suponían que los monos preferirían aferrarse a la madre de alambre proveedora de leche, sin embargo esta experiencia mostró que las tendencias hacia el vínculo también son primordiales.

Harlow observó que los cachorros tomaban el alimento de la madre de alambre y luego se aferraban a la madre de tela y permanecían más tiempo con ella.  Era evidente que las crías preferían  a la madre blanda independientemente de que ésta los alimentara.

Cuando eran expuestos a un estimulo muy perturbador que los atemorizaba los monos también se aferraban a la madre de tela.

La experiencia también mostró que el comportamiento social y sexual de los monos macacos criados con madres verdaderas se producía antes que los criados con madres de tela.

Harlow experimentó también con una madre que tuviera actitudes de rechazo hacia la cría y comprobó que a pesar de la frustración, los monos la querían igual.

Estos explicaría el fenómeno que se produce con niños maltratados por sus padres que igual los aman.

También, todos los cachorros sometidos a aislamiento en un espacio reducido resultaron dañados.

Estas experiencias con animales recibieron muchas críticas de los sectores que defendían los derechos de los animales utilizados con fines experimentales, pero los científicos pensaban que era la única forma de lograr el objetivo de crear un modelo significativo que permitiera entender los mecanismos cerebrales de la depresión; y aunque sin ninguna duda fueron experimentos crueles, se pudo probar experimentalmente la necesidad básica del afecto y el acercamiento.

A partir de estos resultados, se inició la práctica en clínicas y hospitales de mantener a los niños recién nacidos al lado de la madre, porque para su mejor desarrollo emocional deben ser tocados, mimados y recibir su afecto y su cuidado.

Malena

Fuente: “Dentro de la mente”, documental de Michael Mosley por Canal Encuentro.