La
prolongación de la vida, por un lado puede ser para muchos no sólo la
posibilidad de conocer a sus descendientes hasta más allá de la cuarta
generación sino también de ser testigos de los grandes descubrimientos y
cambios en el mundo a lo largo de una larga existencia.
Sin
embargo, esta alentadora circunstancia puede verse empañada por la aparición de
distintas discapacidades propias de la vejez, principalmente el deterioro
cerebral.
La
aparición de los videojuegos, ha inspirado a distintos científicos a idear
algunos ejercicios que supuestamente ayudarían a recuperar las facultades del
cerebro perdidas.
Sin
embargo, la promesa de llegar a tener nuevamente un cerebro joven a una edad
avanzada, hasta ahora no ha sido cumplida, ya que según muestran distintas
evaluaciones científicas realizadas en el Instituto de Formación de Maestros de
Alsacia (IUFM); esos ejercicios de
entrenamiento, ampliamente promocionados, no producen ningún efecto notable
sobre la memoria o el razonamiento.
Estos
resultados son definitivos ya que no se detecta en los probandos ninguna
progresión en su capacidad de razonamiento ni tampoco mejoró el rendimiento
escolar de estos alumnos; es más es mejor no hacer nada que jugar con esos
aparatos. En cuanto a los resultados sobre la memoria y
la atención visual, no difieren a los del grupo control que no recibió ningún
entrenamiento.
Al
parecer, según el análisis realizado, la edad cerebral no disminuye por medio
del uso de una consola y se podrían obtener mejores resultados si se
practicaran esos ejercicios con lápiz y papel.
Estas
investigaciones revelan que no se pueden tomar en serio las promesas
publicitarias sobre estos productos cuyos resultados sólo benefician
significativamente a quien los venden; ya que son más útiles los métodos
tradicionales que facilitan la memorización en forma concreta.
Lo
más indicado para estimular el cerebro en forma total es practicando una
diversidad de actividades que privilegian los conocimientos de la memoria a
largo plazo que son los que activan las distintas facetas de la memoria.
Esta investigación confirma que el
mejor estímulo que existe para mantener el cerebro activo es el aprendizaje, sin embargo esta práctica se utiliza poco en los
programas de estimulación cerebral debido a que obviamente lleva más tiempo incorporar mayores cantidades de información a largo plazo, que aprender a utilizar un video juego.
Por lo tanto, si se incorpora la práctica de aprender y continuar desarrollándose intelectualmente como forma de vida, ya sea releyendo antiguos libros de texto, leyendo revistas o libros de divulgación científica, histórica o geográfica, el diario todos los días, viendo documentales por televisión, escuchando música que estimule la memoria auditiva o haciendo los deberes con los hijos o nietos, aumentarán las posibilidades de mantener su cerebro joven.
El
continuo desarrollo intelectual a través del aprendizaje durante toda la vida
es el mejor recurso que la mayoría tiene disponible para mantener el cerebro lúcido y activo.
Malena
Fuente:
“Mente y Cerebro”; No.42/2010; “Entrenamiento cerebral: una farsa intelectual”;
Sonia Lorant-Royer, profesora de psicología cognitiva en la IUFM de Alsacia y
Alain Lieury, catedrático emérito de psicología cognitiva de la Universidad de
Rennes 2.
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