El Sentido del Tacto - Psicología Malena Lede



El tacto es uno de los sentidos que la humanidad está perdiendo, al priorizar los sentidos de la visión y el oído debido principalmente al uso desmedido de los medios de comunicación audiovisuales, que ahonda cada vez más la distancia entre las personas.

Tocarnos con nuestra propia mano donde nos duele disminuye el dolor, por eso tendemos a darnos fricciones en la zona afectada cuando recibimos un golpe.

Está comprobado que los masajes disminuyen la inflamación de los músculos después de hacer ejercicio físico, fortalecen el sistema inmune y estimulan la circulación de la sangre.

Es innegable que un abrazo, una caricia, una palmada en la espalda y hasta un apretón de manos nos hacen sentir mejor a todos.

René Spitz, elaboró su teoría sobre lo que él llamó la depresión anaclítica, a partir del estudio directo de infantes internados en orfanatos, pudiendo demostrar que la privación afectiva u hospitalismo, durante el primer año de vida, provoca daños físicos y psíquicos irreparables e incluso la muerte.

Su investigación cambió radicalmente los métodos utilizados hasta entonces en las instituciones de asistencia al menor.

La psicóloga Tiffany Field, pudo observar, que los bebés prematuros pasaban mucho tiempo internados en las salas de tratamientos intensivos y que pocos sobrevivían. Los extraordinarios resultados de sus investigaciones dieron origen al uso médico de la práctica de la estimulación táctil durante 15 minutos diarios en esas salas.

El aislamiento y la falta de contacto humano aumenta también las enfermedades crónicas en los adultos, como por ejemplo el Alzhéimer.

Field estudió también la conducta en los lugares públicos en relación al uso del tacto, por ejemplo, a jóvenes norteamericanos en locales de comidas rápidas; y observó que se tocan menos entre sí y que su conducta es más agresiva.

El psicólogo canadiense Sidney Jourard, curioso también por conocer la influencia cultural con relación al tacto, se dedicó a observar parejas en distintos países, mientras tomaban café en un lugar público durante una hora.

En Londres, las parejas se tocaron en promedio, cero veces; en París, registró 110 contactos entre ellos y en Puerto Rico se tocaron 180 veces.

Las investigaciones sobre la importancia del contacto físico en los negocios mostraron que si un vendedor le toca el brazo a su cliente como señal de afecto, aumenta su disposición a probar el producto que le ofrece.

En instituciones de enseñanza de Francia comprobaron, que un toque en el hombro de un alumno, por parte de su profesor, mejoraba su rendimiento en los exámenes.

Un abrazo no sólo disminuye la producción de cortisol en sangre, que es la hormona que produce el estrés, sino que favorece la segregación de endorfina, hormona ligada al bienestar y de oxitocina, que reduce la tensión arterial, disminuye la ansiedad, mejora la memoria y promueve la confianza y la cooperación.

Con el tacto podemos transmitir distintas emociones según la forma de tocar, la presión que se ejerce, la duración y el lugar del cuerpo que se toca.

Sin duda vale la pena acercarnos más a los otros, reconfortarnos mutuamente y animarnos a expresar nuestras emociones también con el tacto.

Malena

"Poderes Ocultos del Tacto!; Joana Branco, "Muy Interesante"; Febrero 2015.