La Eutanasia, la última salida - Psicología Malena Lede




El día 21 de Octubre pasado,  Franz y Gonnie Van Der Heijden, holandeses de 78 y 76 años, casados hace 53 con  dos hijos y dedicados a la política;  estando afectados por enfermedades incurables, decidieron poner fin a sus vidas, juntos.

Según la ley aprobada en 2002, en Holanda, la eutanasia sólo es legal en la fase terminal de una enfermedad y sólo después de hacer varios requerimientos, siendo el médico de cabecera el encargado de administrar la inyección letal.

Actualmente,  el gobierno está proponiendo una ley de eutanasia que contemple a aquellas personas que aún no han llegado a la fase terminal de la enfermedad pero que consideran su ciclo vital completo.

También existe una propuesta de los Ministerios de Sanidad y Justicia para regular la ayuda morir a quienes sientan cansancio vital, sin estar enfermas; previa firma de ese requerimiento en pleno estado de lucidez,  frente el médico.  Pero el hecho de considerar “la vida agotada” fue rechazado por la comisión encargada de la evaluación.

Los holandeses en general aprueban la eutanasia,  pero para el Colegio Médico es un último recurso y no un derecho.

No se trata de juzgar porque hay que estar en la piel de otro para saber cómo se siente, sino de percibir cómo las personas, frente a situaciones límite, pueden responder diferente.

Tal vez dependa de la fe, o de la forma de ver el mundo, de las creencias, de los valores adquiridos o de la fortaleza que se tenga para enfrentar el sufrimiento.

Cada vez que se trata el tema de la eutanasia no puedo evitar recordar a Stephen Hawking, autor del best seller “Historia del tiempo”; que a los 20 años comenzó a padecer los síntomas de la enfermedad neuromuscular degenerativa denominada esclerosis lateral amiotrófica (ELA),  cuya expectativa de vida suele ser menor a cinco años, y que sin embargo, a él le permitió realizar una carrera extraordinaria, destacarse como físico teórico, astrofísico, cosmólogo y divulgador científico y por sus descubrimientos teóricos sobre la singularidad espacio temporal, a partir de la teoría de la relatividad general de Einstein.

Trascendiendo inexplicablemente los sombríos pronósticos de los médicos, Hawking fue titular de la cátedra de Matemáticas de la Universidad de Cambridge durante treinta años hasta que se jubiló en 2009 a los 67 años.

Además,  recibió numerosas distinciones académicas, fue honrado con doce doctorados “honoris causa” y galardonado con la Orden del Imperio británico y otros valiosos premios internacionales.
Actualmente, se encuentra casi totalmente paralizado y sin habla, pero puede continuar comunicándose con un aparato generador de voz que le permite dar conferencias y continuar investigando.

La ciencia nos da posibilidades no certezas, de manera que siempre hay un lugar para la esperanza.
Esto me recuerda el primer verso del poema del poeta Pedro Bonifacio Palacios cuyo pseudónimo era Almafuerte: “No te des vencido ni aún vencido…” que se suele recordar para armarse de coraje.

Malena Lede – Psicóloga