Clonación animal y humana - Psicología Malena Lede




Jack Horner, un prestigioso paleontólogo norteamericano de Montana,  ha dedicado su vida a encontrar ADN completo de dinosaurios que se extinguieron hace sesenta y cinco millones de años, pero hasta el momento no lo ha logrado.

Como las aves tienen muchas características similares a los dinosaurios y genes idénticos que permanecen bloqueados e inactivos, se está intentando activar esos genes atávicos mediante manipulación genética para eventualmente crear un “pollosaurio”.

El proceso consiste en aislar esos genes e inyectarlo con un gen promotor en el huevo de un cocodrilo mediante un virus,  para hacer posible el crecimiento de una cola de cocodrilo en el pollo.

Pero este procedimiento no ha dado todavía buenos resultados debido a la fragilidad de la molécula de ADN.

En Siberia se han encontrado ejemplares de mamuts extinguidos hace veinte mil años,  que se han mantenido en buenas condiciones porque el frío interrumpió su proceso de degradación, sin embargo, hasta ahora sólo se ha llegado a conocer el setenta por ciento del genoma de un mamut, aunque se presume que pronto se podrá clonar esta especie.

En Japón, el profesor Akira Iritani, pretende crear un mamut inyectando el núcleo de una de sus células en el óvulo de una hembra de elefante, pero tampoco en ese país se ha logrado encontrar un ADN de mamut completo.

La ciencia de la clonación intenta un desafío aún más arriesgado, llegar hasta los neanderthales, homínidos anteriores al homo sapiens en la escala de la evolución, que vivieron hace cuarenta mil años, que fueron cazadores y recolectores, que utilizaron herramientas, y que se sabe por el estado de sus restos que enterraban a sus muertos.

En Francia se encontró el esqueleto completo de un neanderthal;  si se logra recuperar su ADN completo se podría recrear un clon y volverlo a la vida.

Existen clones naturales, por ejemplo, los gemelos idénticos que tienen los mismos genes pero que no obstante ser dos personas que se parecen, pueden tener características distintas.

Pero esto no es todo, porque el biólogo de Harvard George Church, que investiga el campo de la biología sintética, intenta crear nuevas formas de vida desconocidas, insertando ADN sintético y utilizando el mecanismo de una especie de impresora.

Con esta tecnología también se podría crear un mamut, completando el ADN faltante con ADN sintético.

Todo esto nos recuerda a Frankestein,  triste personaje de ficción que amenaza con hacerse realidad.

Es imposible evitar que los resultados de esta tecnología produzca problemas éticos difíciles de resolver. Por otro lado,  ¿De qué serviría revivir especies extintas?  Si la razón es para mejorarnos, es poco probable,  ya que pueden existir razones que no conocemos que hicieron que esas especies se extinguieran para que pudieran desarrollarse otras con mayor capacidad de adaptación.

Además, ¿Cómo se evitará el uso de esa tecnología en manos irresponsables?  ¿Servirá para crear esclavos que cumplan órdenes, soldados para ir a la guerra, terroristas sin escrúpulos, personas para la recreación o para utilizar sus órganos y cometer otras atrocidades con ellas?

Einstein decía: que “la ciencia sin ética es ciega…” que “el progreso tecnológico es como un hacha en manos de un criminal patológico…”; y que “dos cosas son infinitas: el universo y la estupidez humana..."

Hasta donde sabemos, la naturaleza no es perfecta, y tampoco somos perfectos los humanos que seguimos construyendo y destruyendo el mundo con nuestras ideas, probablemente para no pensar en nosotros mismos y poder huir de la angustia de la existencia.

Malena Lede – Psicóloga

Fuente: Documental "Discovery"