COCINAR CANTANDO

     Recuerdo que alguna vez viví en un edificio del barrio de San Cristobal de la Ciudad de Buenos Aires.  Claro que hace ya muchos años, cuando los barrios eran otros, cuando los vecinos se conocían y los chicos todavia  podian jugar en la vereda.

      Mi padre era el que cocinaba  los fines de semana y los  dias feriados, y era todo un cheff muy exigente.

      Sus comidas eran gourmet, con ingredientes que compraba en los grandes mercados de ese entonces.

       Teníamos una vecina española que vivia en otro de los departamentos en el piso de abajo con su familia.

        Le gustaba cantar de modo que mientras cocinaba siempre cantaba.

        Cantar es una expresión de la alegría del alma y hace la vida más llevadera,  porque el que no festeja y muestra como se siente, aún cuando no puede evitar los problemas, sí los puede  superar con  valentia y entereza.

         El que es optimista piensa que finalmente  todo  se resolverá de algún modo, mientras que el pesimista está siempre esperando la catástrofe, que por supuesto siempre  llega.

          Habrá todavia gente que cante cuando hace los quehaceres de su casa?  

           Lo que si se puede escuchar ahora a veces es a algun vecino que  grita su mal humor a los cuatro vientos cuando algo le molesta.

           Ahora que es comun el uso de máquinas que nos ayudan, la gente no se siente tan feliz pasando la aspiradora o usando un lavarropas como para expresarlo cantando.

            Claro que la vida es diferente, que la mayoria trabaja y que cuando regresan al hogar no queda tiempo ni ganas para  continuar y menos de cantar.

             Pero tambien es cierto que ahora no todas las parejas se casan y tienen hijos. Es un momento de la civiljzacion hedonustaa en que la soledad es la que nos distingue. 

             Felizmente ahora tanto los hombres como las mujeres se ocupan de la casa y comparten las tareas y el cuidado de sus hijos si los hay..

               No quiero decir con esto que todo tiempo pasado fue mejor, pero si que los valores cambian y las sociedades cambian,  y que cada avance tecnológico nos obliga a cambiar. 

                En este mundo nada es perfecto, ni siquiera la inteligencia artificial y ademas nunca podríamos distinguir la felicidad si nunca experimentamos alguna pena.

Malena