En estos tiempos, ser perfecto se ha convertido en
una verdadera obsesión, aún sabiendo que en este mundo nadie lo es.
Pocos son los que saben que en la elección de Miss
Universo, las participantes pueden hacerse toda clase de cirugías estéticas, lo que demuestra que las chicas más lindas del mundo
que se presentan para participar, también tienen defectos.
Es bastante común que los actores del cine y de la
televisión más destacados, no sean
precisamente los más lindos, sino los que tienen más talento.
Generalmente, cuando una belleza extraordinaria
aparece en la pantalla, no sabe actuar y cuando un actor es demasiado lindo, parece de madera.
Los “feos” casi siempre están acompañados de chicas
lindas, porque la belleza no siempre va acompañada de educación, buenos
modales, inteligencia, bondad o simpatía.
Es cierto que un buen físico abre puertas pero nadie
llega a saber cuántas puertas se cierran detrás de esas bellezas, después de
haber estado en una entrevista.
La falta de atributos físicos considerados anti estéticos
o algún rasgo de personalidad que una persona cree que la limitan, puede
ocultar verdaderos talentos que ella no valora.
La clave es integrar a la personalidad con
naturalidad, tanto las virtudes como los defectos, convirtiendo todo lo que no se
aprueba de sí mismo en una ventaja y no en un obstáculo para tener éxito en la propia vida y alcanzar la felicidad.
Pocas veces los exitosos se han destacado por su
belleza, casi siempre ha sido por su estilo personal, sus auténticas
capacidades ,por su perseverancia y por su confianza en si mismos.
Muchas estrellas de baja estatura o con exceso de
peso o con escasos atributos físicos han ganado mucho dinero haciendo películas
y continuamente les siguen lloviendo ofertas
de trabajo, aún a edad avanzada.
La naturaleza es piadosa y compensa a las personas
que no han sido favorecidas con un cuerpo perfecto con otros atributos que
pueden ser aún más útiles para desempeñarse en la actividad que elijan.
Acepten de ustedes mismos lo que no pueden cambiar y
descubran el potencial que no pueden ver, en sí mismos, cegados por los estereotipos que están de moda.
Malena Lede – Psicóloga
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