Jeann Louise Calmet, que falleció a la edad de 122 años; figura en el libro de los records Guiness como la persona más longeva del mundo hasta hoy, después del japonés Shigechiyo Izumi que vivió hasta los 120 años.
Nació en 1875, en Arles, Francia, cuando todavía no existía la luz eléctrica, lugar donde vivió toda su vida.
Se casó con un hombre de buena posición económica que le permitió tener un cómodo standard de vida y nunca trabajó.
Practicó tennis y natación, y hasta los 85 años esgrima, anduvo en bicicleta hasta los 100, fumó hasta los 95, vivió sola hasta los 110 años y caminó hasta los 114 años.
Sobrevivió a su marido, a su única hija que falleció a los 36 años de neumonía y a su nieto que murió en un accidente a los 37 años.
Atribuye su longevidad al consumo de aceite de oliva, vino oporto y dos libras de chocolate por semana.
Se hizo famosa a los 113 años, en 1988, año del centenario de la visita que realizó el célebre pintor Van Gogh a Arles.
En esa ocasión les relató a los periodistas que había conocido a Van Gogh, cuando ella tenía 13 años, en el negocio de su tío donde él había ido a realizar una compra.
Lo describió como una persona desagradable, desaliñado y sucio, feo, poco amable y de aspecto enfermo.
Deepak Chopra, médico endocrinólogo, escritor y filósofo dedicado a la práctica del Ayúrveda, medicina tradicional de la India, asegura que el cuerpo humano está programado para vivir hasta los 180 años.
Si alguien le hubiera dicho a Jeanne Louise que a los 113 años sería famosa jamás lo hubiera creído.
Nunca es tarde para la fama.
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