Valentina tiene 16 meses y toma el pecho a cualquier hora del día y de la noche. Su madre está a punto de sufrir un colapso nervioso por la excesiva dedicación hacia su hija.
La pequeña se niega sistemáticamente a tomar alimentos sólidos de ninguna clase, ni siquiera papilla, alimentándose solamente con el pecho.
No tiene una rutina horaria de baño y se duerme a cualquier hora, cuando sus padres están extenuados.
Tiene su propia habitación pero ni bien se despierta pasa a la cuna dispuesta al lado de la cama de sus padres. Se irrita con facilidad, grita sin control y sólo se calma con leche.
Tiene un vínculo con su madre demasiado fuerte y su padre se siente frustrado porque no puede colaborar ni hacer nada.
Piden ayuda externa porque la madre desea dormir algunas horas seguidas y que Valentina se acostumbre a comer comida sólida.
La madre está lista para destetarla y se somete a las instrucciones de la experta en comportamiento.
Deberá irse de la casa durante tres noches pero durante el día podrá estar en casa siguiendo las instrucciones que correspondan.
De noche se quedarán con la bebé la abuela materna y el padre, dispuestos a colaborar.
La experta observa previamente la rutina de la casa y hace sacar la cuna del dormitorio de los padres en forma definitiva. Valentina tendrá que dormir toda la noche en la cama que tiene en su habitación y antes de de ir a dormir deberá tomar un baño tibio.
La primera noche el padre deberá levantarse las veces que sean necesarias cuando Valentina llore y la levantará un rato para calmarla, sin darle nada de comer. Una vez más tranquila la depositará en la cuna suavemente y la dejará sola.
Esta primera noche posiblemente el padre tendrá que hacerse varios viajes a su dormitorio pero es imprescindible lograr que se acostumbre a dormirse sin tomar el pecho.
Al día siguiente se la deberá alimentar sólo con comida sólida evitando las papillas o mezclándola con sólidos, no obligándola a comer más de lo que ella quiera.
Ante la sorpresa de todos Valentina tiene hambre y aunque come poco, acepta la comida sólida por primera vez.
La segunda noche la bebé se calma más rápidamente que la primera y la tercer noche sólo se despierta tres veces.
Para acostumbrarla a dormir la siesta se utiliza el mismo método.
Valentina actualmente no toma más el pecho, come comida sólida y toma líquidos de un vaso o de una taza; y demanda su comida a gritos.
Ambos padres están más tranquilos compartiendo las responsabilidades con la niña que se despierta una o dos veces durante la noche, pero se vuelve a dormir con mucha facilidad.
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