- Hola Ale
- Que tal Flor
- Dónde vas?
- Tengo turno con el especialista de manos.
- Te caíste?
- Si, en la cocina, me resbalé y caí sobre la mano izquierda. No sabés qué dolor, me hicieron una radiografía y una ecografía y parecía que no había fracturas, pero finalmente con una resonancia magnética salió que tengo una fisura en la muñeca, porque me seguía doliendo a pesar de los calmantes y de que ya habían pasado más de cuarenta días. Pero ya se había soldado sola. Me dijeron que ahora tengo que esperar y ver qué pasa. Pero ya estoy bastante bien, casi no me duele. Ahora voy para que me de el alta.
- ¿Quiere decir que si no hubieras ido al médico y no te hubieras hecho ningún estudio era lo mismo?
- Y, si, pero yo no estaba tranquila, además ¿para qué estoy pagando un servicio médico prepago si no lo voy a usar cuando creo que lo necesito?
- Tenés razón, ¿y tu marido, siempre tan gordo?
- No, rebajó como veinte kilos sin dieta, porque quiso hacerse siete implantes dentales todos juntos y hace como tres meses que está a papilla y líquidos porque no puede masticar.
- ¿No son muchos siete implantes al mismo tiempo?
- Si, pero quiso aprovechar porque hasta fin de año tenemos un plan que incluye el dentista y las prótesis, porque el año que viene lo suspendemos porque es carísimo.
- ¿Y los chicos?
- Bueno, la nena estuvo con un problema de anorexia y bulimia y está haciendo un tratamiento especializado; y el nene estuvo con un virus bastante molesto. Le hicieron todos los estudios que existen, hasta le analizaron el pelo en los Estados Unidos, pero parece que ya está bien y que no era lo que pensaban.
- Qué año querida, te salió todo mal.
- Y vos? ¿Qué tal? ¿Alguna novedad?
- Sabés que yo no voy más al médico, me curo los males con medicina alternativa y yuyos.
- ¿No digas?
- Dejé de ir al médico porque me cansaron con tanto chequeo, análisis y radiografías, sólo para generarme ansiedad.
Mirá, pienso que si tengo algo y Dios no me lo puede curar, menos me van a curar los médicos, por lo tanto he decidido ser libre, por fin me he liberado de los médicos.
Claro que nosotros no tenemos una prepaga tan cara como Uds., sino una obra social de un sindicato donde me hacen esperar dos meses para darme un turno y cuando voy al médico ya estoy bien.
Pero para mi es una suerte porque me motivó a no ir más. Si algún día necesito voy a ir al servicio médico que queda en frente de mi casa que no es muy caro.
- Me parece una locura, pero te comprendo y me parece una buena razón para no enfermarse.
- Un beso querida, nos hablamos.
- Chau, saludos.
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