Mineros Sepultados Vivos



La situación límite que están atravesando desde hace muchos días 33 mineros chilenos, que quedaron sepultados en una galería subterránea de una mina después de un desmoronamiento; amenaza con continuar aún varios meses; y este hecho, que nos conmueve a todos, se está convirtiendo en algo inédito.

Permanecer atrapados a más de setecientos metros de profundidad, entre gruesas capas de roca, rodeados de barro y soportando una temperatura de treinta grados y una humedad del 90%, representa un desafío para los desafortunados protagonistas, que no todos son capaces de soportar.

Se trata de hombres de trabajo, de distintas edades, que repentinamente dejaron de ser anónimos para transformarse en los héroes de un suceso sin precedentes y que si logran mantenerse vivos se convertirán en leyenda.

Ahora que se ha logrado establecer una comunicación con ellos, gracias a un canal de acceso que se pudo construir que permite que reciban agua y alimentos y otros elementos para mejorar su calidad de vida, la situación desesperante que estaban viviendo se ha aliviado.

Sin embargo, aún se teme por sus vidas, ya que todos los esfuerzos para liberarlos exigen demasiado tiempo.

Las últimas noticias informan que se están estudiando diez alternativas para llegar hasta ellos y llevarlos a la superficie, pero la más firme consiste en hacer una perforación vertical, con una máquina especial que avanza a razón de diez a quince metros por día.

Existe otra opción alternativa con una máquina que avanzaría cincuenta metros por día, pero el diámetro de la perforación es de cincuenta centímetros, que parece ser insuficiente para introducir una cápsula para el rescate.

Sin embargo, igualmente se procedería a realizar las dos excavaciones para poder administrar una mejor calidad de ayuda, mientras continúe el cautiverio.

A pesar del sufrimiento que significa el aislamiento y el temor de morir aplastados por otro eventual derrumbe, ya que se trata de una zona sísmica, la moral de la mayoría de los sobrevivientes permaneció alta según se pudo comprobar cuando se estableció el contacto con una cámara.

Las personas que están en mejores condiciones para enfrentar el encierro, el peligro y el temor a la muerte, son las que tienen una estructura de personalidad firme.

En estas circunstancias, el grupo se cohesiona y surgen espontáneamente los líderes naturales que cuentan con la personalidad adecuada para asumir ese rol, controlar los desbordes y el pánico y organizar la supervivencia con los recursos que tienen.

El hecho de sentirse contenidos, le permite al resto recuperar la calma y la esperanza y colaborar con las iniciativas que se implementen.

Establecer el orden, fijar las rutinas diarias, determinar las raciones de alimentos y designar un lugar para cada uno y los lugares comunes para todos, permite que retorne el sentido de normalidad e incentiva el impulso de colaboración, motivados por la actitud de los que son más fuertes y más capaces de tomar decisiones racionales, sin dejarse llevar por la desesperación que naturalmente se puede producir en estos casos.

Un equipo de expertos sigue atentamente la evolución psicofísica de los sobrevivientes, brindándoles atención médica, medicamentos, elementos de esparcimiento y toda clase de ayuda psicológica para minimizar los efectos del encierro en un ambiente insalubre y del aislamiento.

Muchos de ellos padecen infecciones, micosis y distintas laceraciones provocadas por la humedad y el calor, mientras otros luchan para no perder el ánimo y la esperanza.

Sin duda, se trata de una verdadera prueba de supervivencia que es probable que los convierta en celebridades y les permita eternizarse en el libro Guiness de los records.

La conexión que permite ver a los mineros, representa el reality show más dramático que haya podido concebir la mente más escabrosa.

Como siempre la realidad supera la ficción.