Publicado el 2013/07/15 por Psicóloga Malena Lede
Wendy Beckett, una monja anacoreta convertida en celebridad
La hermana Wendy Beckett (1930), es una monja británica, nacida en Sudáfrica pero criada en Escocia.
Galardonada en la Universidad de Oxford, se recibió con honores de profesora de literatura y de lengua inglesa y latín.
A los 16 años ingresó a la Congregación de las Hermanas de Notre Dame de Namur, Bélgica, pero realizó su noviciado y sus estudios en Inglaterra.
Una vez recibida, volvió a Sudáfrica para ejercer la docencia en el colegio de mujeres del Convento de Notre Dame en Ciudad del Cabo y posteriormente en la Universidad de Witwatersrand en Johanesburgo.
En 1970 se convirtió en virgen consagrada pero tuvo que abandonar la práctica de la docencia por problemas de salud, regresando a Inglaterra donde ingresó al Monasterio de las Carmelitas, de Norfolk.
Por decisión propia vivió en completa soledad en una casilla rodante, donde trabajaba para su propio sustento, traduciendo obras del latín de la Edad Media, hasta que en 1980 decidió dedicarse al arte.
En medio de ese bosque de Inglaterra escribió treinta libros con la ayuda de un sacerdote de la congregación, quien tomaba nota de lo que ella le dictaba.
Se alimentaba que más que frugalmente, sólo con tres cuartos litros de leche y dos papas al día, que le proveía el convento.
Wendy Beckett se dedicó a analizar pinturas religiosas medievales que se encuentran en la National Gallery, en el Louvre y también algunas obras modernas, a través de las reproducciones que veía en los libros de arte.
Su claridad de expresión, su elocuencia y su erudición para realizar este trabajo, hicieron que la BBC de Londres la convocara para realizar una serie de documentales lo que la obligó a viajar a 20 países y recorrer más de 45000 kilómetros, convirtiéndola en una celebridad internacional.
La hermana Wendy relata a través de los cuadros las historias del Evangelio, momentos de la vida del autor de cada obra y detalles del contexto histórico y social de esa época; relacionándolas con las grandes intuiciones emocionales humanas.
Trabajó como comentarista para turistas en la Capilla Sixtina y participó en varios programas de televisión junto a destacadas figuras.
Dos guionistas de teatro inglés escribieron “El musical de la hermana Wendy”, que fue estrenado en dos teatros.
La mayor parte del dinero ganado por su trabajo, Wendy lo ha donado al Monasterio de las Carmelitas; y con el resto hizo construir una vivienda pre fabricada con baño para vivir en el bosque, en lugar de su antigua casa rodante que no contaba con tan elemental comodidad.
La hermana Wendy dice que en la soledad está Dios, porque su palabra es el silencio; y el silencio y la oración pueden salvar el mundo.
Malena
Fuente: Documental de la BBC proyectado por el canal “Film and Art”.
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Me gustó eso que dice la monjita de "...en la soledad está Dios, porque su palabra es silencio".
ResponderEliminarMe hizo sentir mejor.
En la ciudad hay soledad ("...e ignorancia", pensé). Y ansiedad porque no conoces al que está al lado sentado en la guagua.
La ansiedad es miedo a lo desconocido, ¿verdad, Malena?
¡Chacha, una tarde en la ciudad, y me cuesta más dormirme..!
Voy a tomarme la infusión que tengo para eso...
Menos mal que hoy conocí a unos chicos que tienen problemas de salud mental como yo, y me sentí mejor un rato.
¡Hasta mañana, si Dios quiere!
hola Pablo, escribí sobre la vida de esta monja para que se viera cómo el destino nos lleva donde quiere. Ella vivía recluida en condiciones precarias en el medio de un bosque, y de pronto, se le ocurrió relatar las historias de los cuadros del renacimiento, con tanta elocuencia que logró trascender más allá de lo que nadie hubiera podido imaginar.
ResponderEliminarsaludos, malena
Acabo de enterarme que la hermana Wendy murió el año pasado. Y al buscar encontré este artículo que es revelador en el último comentario de Malena: " Logró trascender, recluida en condiciones precarias en un bosque... He llegado de Africa donde se encuentra mi hermano en una prisión y desde allí relata una verdadera historia de Amor que he empezado a contar...Gracias por vuestro comentario...
ResponderEliminarun ejemplo de lo fructífera que puede ser la soledad en la reclusión fue Mandela que durante 28 años estuvo condenado a estar en una prisión de alta seguridad. Logró transformar la vida de los demás presos y cuando fue liberado él mismo alcanzó la más alta distinción de su país, llegando a ser presidente de la república. Malena
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