Cómo olvidarte de tu ex pareja


Los amores van y vienen, a veces duran poco y otras veces se mantienen, pero la mayoría de las veces, como es usual en estos días, son relaciones que se establecen con la utópica idea del no compromiso.

Un amor que termina, aunque haya sido fijado de antemano que no representaba ningún compromiso, puede dejar una profunda huella en la vida. Otros amores no tanto, aunque sí pueden dejar un sabor amargo.

Entre tanto, la vida va pasando y de experiencias de frustración estos amores la van llenando.

Cada frustración en el amor produce una pérdida de autoestima, porque de algún modo aunque la falla no sea específicamente de ninguno de los dos, lo que sí es casi seguro que fracasó es el modo de relación.

Así como es inútil restaurar una copa de cristal que se ha roto, también es difícil rehacer una relación de pareja deshecha, porque siempre quedarán vestigios de la ruptura y deseos incumplidos, cambios esperados que nunca se darán y algún rencor o resentimiento.

Intentar una reconciliación puede ser posible algunas veces, pero otras es mejor recordar el refrán que dice que “no hay mal que por bien no venga”.

Recién podrán olvidar a una pareja anterior, aunque no haya sido ideal, cuando estén dispuestos a pensar en un nuevo amor, porque un amor se olvida más fácil con otro, aunque tal vez no estén preparados ni sea lo mejor.

Las comparaciones serán inevitables e impropias, sin embargo pueden servirles para aprender a no cometer dos veces los mismos errores.

Tienen que saber muy bien lo que quieren y también lo que no quieren y tener la fortaleza de renunciar a quienes tienen características de personalidad parecidas a su pareja anterior, porque la tendencia de todos, casi sin excepción, es elegir siempre el mismo tipo de persona.

Es difícil cambiar, porque la elección de pareja se relaciona con quienes se identificaron durante la infancia y la adolescencia, sin embargo, si toman conciencia del peligro que acarrea esta forma de elección, es posible que elijan lo opuesto.

El opuesto tiene su desventaja, y es que suele ser opuesto en todo y no coincidir en nada; y en una pareja cierta complementariedad, aunque no toda, siempre es deseable.

Lo bueno es estar abierto a los cambios y después de una desilusión empezar a hacer cosas con la propia vida, desarrollar nuevos intereses, conectarse con otros grupos, cambiar de carrera, de domicilio, de trabajo, o hacer cualquier otra actividad constructiva que los haga sentir vivos.

A veces, después de un fracaso sentimental, algunos tienen la suerte de encontrarse con ellos mismos y así tener la oportunidad de abrirse al mundo, madurar, crecer y vislumbrar nuevos horizontes.

Tener una pareja, aunque sea sin compromiso, es un compromiso y los limitará aunque no lo crean, ya que eso del no compromiso es una utopía a la que se aferran quienes quieren creer en ellas.

Siempre después de la tempestad viene la calma y todos los días sale el Sol; lo que parece imposible sucede y pueden sorprenderse gratamente de lo que son capaces de hacer y de ser cuando están solos; darse cuenta de quiénes realmente son.


Malena