Ser
libre no significa poder hacer o decir lo que una persona quiere cuando quiere, porque eso sería libertinaje, tampoco la libertad quiere decir liberarse de alguien, de una situación o de algo en particular.
La libertad bien entendida es para poder realizarse como personas individuales, para desarrollar el potencia, para ser quien uno es.
La libertad bien entendida es para poder realizarse como personas individuales, para desarrollar el potencia, para ser quien uno es.
La
libertad es para elegir actuar de acuerdo al propio criterio,
teniendo en cuenta las consecuencias de los dichos y de los actos.
La
verdadera libertad consiste en ser dueño de sí mismo y tomar decisiones por
propia convicción, sin dejarse influenciar ni presionar por los deseos de
otros; y tiene un costo, que es la responsabilidad de hacerse cargo de lo que
se elige, porque cada elección nos compromete para siempre.
Todo
ser humano anhela ser libre, sin embargo, la paradoja es que la mayoría vive
pendiente de lo que hacen y dicen los demás y abandonan su deseo de libertad por
la satisfacción de ser aceptado, adoptando conductas y proyectos ajenos.
El
ansia de libertad está en todos los individuos y se manifiesta en algún momento
de sus vidas. Es en esos momentos cuando
se puede tomar conciencia de que es en esas circunstancias cuando uno se puede
sentir realmente vivo, que su vida tiene
sentido y que el mundo lo acompaña en su propósito.
El
problema de la libertad es que está condicionada por la libertad de los otros;
ya que la propia libertad puede ser un obstáculo para otros, haciendo que mi
libertad termine donde comienza la libertad de los demás.
Sartre
dice que el hombre recién se define en la lápida, porque mientras vive es alguien proyectado en
el mundo que existe en la medida que se realiza como persona individual.
Cada
acto, cada decisión, toda su vida, es su esencia, porque su esencia es su
existencia y fuera de eso no hay nada.
Muchos
se pueden sentir en desacuerdo con la doctrina existencialista de Sartre y
buscar excusas, como que no pudieron desarrollar su potencial, que no los
dejaron, que no supieron o que fueron
las circunstancias las que se opusieron; argumentando que no tuvieron hijos
porque no encontraron a quien amar que fuera digno, que no lograron dedicarse a
lo suyo porque no tuvieron tiempo suficiente y es así como circulan por la vida
frustrados, con sus sueños a cuestas sin atreverse a llevarlos a cabo.
No
es el potencial el que nos define sino nuestras obras y todo lo hecho, porque
el amor se construye, el arte se expresa en obras y todo el resto de la
conducta humana es lo que contribuye a definir el último día de la vida, quién
hemos sido.
¿En
qué momento de tu vida te has sentido alguna vez verdaderamente libre de expresar lo que realmente eres como persona única?
Malena
Fuente:
“El existencialismo es un humanismo”, Jean Paul Sartre.
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