Para
la ciencia, solamente los seres humanos tienen conciencia de sí mismos,
mientras el resto del universo y todo lo que nos rodea apareció por casualidad
a través de sucesivas transformaciones azarosas a lo largo de millones de años.
Sin
embargo, la física cuántica nos brinda una mejor explicación sobre la
naturaleza de las cosas: es el campo cuántico el que encierra la totalidad y la
mantiene unida a pesar de todas las conspiraciones en su contra.
Para
los físicos el campo está fuera de nosotros mismos, sin embargo ya en el
Bhagavad Gita, Krishna describe a la naturaleza diciendo: “Soy el campo y el
conocedor del campo”
El
campo posee una mente consciente de sí misma y abarca la totalidad tanto
visible como invisible.
La
cosmovisión espiritual de la India tiene una posición panteísta, o sea somos pequeñas partes de un todo igual a
nosotros y todo el universo existe dentro nuestro.
La
naturaleza tiene forzosamente que ser consciente y la prueba es que actúa en
forma inteligente y organizada; cualquier otra postura significa que todo es el
resultado de un accidente, producto del azar.
El
físico británico Roger Penrose propone la hipótesis de que la base de la
conciencia se encuentra en el nivel más sutil de la naturaleza del universo,
precisamente en el punto en que la materia y la energía se desvanecen.
No
podemos rechazar la idea de que el universo es consciente si aceptamos la
existencia de la armonía y la lógica en el funcionamiento del cosmos.
La
conciencia podría ser todo lo que experimentamos según nuestras estructuras
mentales y nunca podremos saber si realmente existe una realidad fuera de
nosotros.
La
teoría cuántica parece mostrar que sin el observador la realidad sería
solamente potencia pura, porque el acto de observar es el que transforma una
onda en partícula.
El
hecho de que una partícula pueda ser invisible nos conduce al estado anterior
al Big Bang, antes del espacio y el tiempo, cuando el universo contenía la
totalidad de las posibilidades.
Las
posibilidades son infinitas y están siempre allí y la conciencia las convierte
en realidades.
Las
cosas se aclaran cuando se llega a aceptar un universo consciente y lógico que
responde a las fórmulas matemáticas.
Si
aceptamos que el universo es consciente, que evoluciona, que es creativo, inteligente y racional, descubrimos el
misterio de quiénes somos.
Malena
Fuente:
“Guerra de dos mundos”; Deepak Chopra y Leronard Mlodinow.
Publicar un comentario
Muchas gracias por participar de este espacio!