Publicado el 2014/05/26 por Psicóloga Malena Lede
Adelgazar y Mantenerse
La clave para adelgazar y mantenerse en el peso justo es aprovechar la capacidad del cerebro para establecer conexiones neuronales nuevas una vez que cambiamos nuestros hábitos con constancia y perseveración.
También es importante creer firmemente en que es posible cambiar aunque sea difícil y aprender a disfrutar de los logros aunque sean pequeños.
Es necesario tomar conciencia que existen muchas otras fuentes de satisfacción además de la comida y canalizar hacia esas otras áreas de la vida la ansiedad que sólo calmaba el hábito de comer.
Los cambios importantes en una persona nunca son rápidos, porque se necesita tiempo y también la ayuda necesaria.
El cambio definitivo es posible porque hay muchas personas que lo han logrado y lo siguen logrando en todo el mundo; individuos que no solamente perdieron muchos kilos de peso sino que tuvieron la oportunidad de cambiar también sus vidas, elevar su autoestima, conseguir mejores trabajos, relacionarse mejor con sus pares y tener la pareja que deseaban.
No se trata de dejar de comer sino de comer mejor y más veces en el día, acostumbrarse a servirse porciones más pequeñas, eliminar la comida chatarra y las golosinas y ser más selectivo en el momento de elegir qué comer.
Comer tiene que ser el placer de degustar la comida y no la satisfacción de llenarse con cualquier cosa.
El movimiento tiene que ocupar un lugar importante en la vida, no ser solamente la posibilidad de trasladarse de un lugar a otro sino la oportunidad de aprender a ejercitar y dominar el cuerpo, de estar al aire libre, de conocer nueva gente, más activa y más saludable.
La obesidad tiene su origen en los genes, en una alimentación exagerada e inadecuada, en la bebida en exceso y también en los hábitos sedentarios.
Cambiar todo eso implica atreverse a ser otra persona diferente, con un nuevo esquema corporal, una nueva actitud hacia la vida, nuevos vínculos y un mejor futuro.
La obesidad es una enfermedad crónica que se caracteriza por un desequilibrio metabólico, por la necesidad de ingerir más alimentos que los que el cuerpo necesita y por la abundancia de estímulos.
Pero la información no es suficiente para un cambio duradero, es indispensable que el cuerpo no sólo responda al intelecto sino también a un sentimiento que genere acción a nivel del cerebro, que es capaz de crear nuevos circuitos neuronales que favorezcan el logro de los objetivos, y llegar a cambiar la neuroplasticidad negativa en positiva.
Malena
Fuente: “La nueva guía Cormillot de la Salud”; Dr. Alberto Cormillot
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