Vivimos en una sociedad que valora ante todo la
imagen; imágenes ideales difíciles y a veces imposibles de lograr. Sin embargo, muchos son capaces de renunciar a
sí mismos y hacer cualquier cosa para ser fieles a ellas; incluso poniendo en peligro
sus vidas.
Ejemplos de ello son los desórdenes en la
alimentación como la anorexia y la bulimia.
En este caso, el acto de comer es vivido como un hecho capaz de atentar contra el sagrado propósito de conseguir la figura ideal.
En el caso de la anorexia, se anula la necesidad de comer, y en el caso de la bulimia, se pierde la sensación de saciedad, se come en exceso y
luego se vomita.
Esta es una patología propia de la adolescencia, etapa de la vida que se caracteriza por la
tendencia al descontrol, a la omnipotencia y al logro de ideales inalcanzables.
En la desesperación por alcanzar una imagen ideal se modifica la percepción del propio cuerpo y la
batalla para perder peso no reconoce límites.
Como los ideales nunca se alcanzan, la apariencia deseada
tampoco, por lo tanto esta carrera sólo los puede conducir a la muerte.
En la anorexia se pierde el instinto de
conservación, porque la proyección en el espejo de un cuerpo esquelético no es suficiente para que el que la
padece deponga su actitud.
La anorexia produce la pérdida de las funciones de
los órganos vitales, lleva a la desnutrición, baja la inmunidad y
finalmente provoca la muerte.
La persona no se reconoce en el espejo, pierde su
autoestima y presenta síntomas de depresión, angustia y fobias; sufre de estrés
y se siente desdichada.
No siempre la familia, en estos casos, es suficiente
contención, ni tampoco llega
a ser útil el mejor tratamiento psicológico o psiquiátrico.
Lo aconsejable para atender a estos pacientes con más posibilidades de éxito, es la internación en establecimientos especializados, que incluya psicoterapia individual y grupal, psiquiatría y la enseñanza de una nueva forma de alimentarse.
Lo aconsejable para atender a estos pacientes con más posibilidades de éxito, es la internación en establecimientos especializados, que incluya psicoterapia individual y grupal, psiquiatría y la enseñanza de una nueva forma de alimentarse.
La anorexia y la bulimia pueden presentarse
asociadas, con períodos de pérdida total del apetito y otros por falta de
control y de sensación de saciedad que los lleva a ingerir alimentos hasta
más allá de cualquier límite.
No se conocen las causas específicas de la anorexia y de la bulimia, pero se atribuye importancia a la relación con la familia, a la falta de comunicación y a la depresión, pero es indudable
que también existan factores genéticos.
Malena
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