Publicado el 2015/07/10 por Psicóloga Malena Lede
Mejore sus relaciones personales - Psicología Malena Lede
Es probable que Dale Carnegie haya sido la persona que más aportes realizó para ayudar a mejorar las relaciones humanas y el desarrollo personal.
Nacido en 1988 en Missouri, USA, fue el autor del exitoso libro “Cómo ganar amigos e influir sobre las personas” en el año 1936, que lo hizo famoso en el arte de cómo superar el miedo y la preocupación, dos fuerzas autodestructivas que le habían impedido a él mismo alcanzar el éxito personal.
Como resultado de ese cambio, logró una nueva perspectiva y también el éxito; y esa experiencia se convirtió en su misión en la vida: tratar de ayudar a los demás a alcanzar sus sueños.
Su método, de eficacia comprobada, puede ayudar a toda persona a sentirse más segura, más respetada y más tranquila en cualquier relación personal o de trabajo, en reuniones de negocios, en gestiones empresariales y en la solución de conflictos.
Dale Carnegie propone que para tratar con las personas y tener éxito se necesita desarrollar las siguientes habilidades específicas:
- Capacidad de relacionarse y de comunicarse
- Ser curioso y ambicioso
- Ser capaz de resolver conflictos
Hasta la publicación de su libro “Cómo ganar amigos e influir sobre las personas” en el año 1936, no existía ninguna otra referencia sobre el concepto de las habilidades sociales que se requieren para el mejor desarrollo personal; y aún hoy en día estos principios siguen siendo esenciales, en momentos en que el estrés de la vida moderna está aumentando en forma proporcional los problemas de relación entre los individuos.
Para Dale Carnegie, cualquiera sea el área de trabajo, el nivel de éxito dependerá de la habilidad que se logre para interactuar eficazmente con las personas; y el fundamento de toda forma de interacción social eficaz es la ASERTIVIDAD, o sea la capacidad de hablar y actuar que logra en forma natural la atención y la actitud positiva de los demás.
Ser asertivo significa saber darse el lugar que a uno le corresponde para ser tratado de manera justa; o sea, lograr el punto medio entre la agresividad temeraria y la pasividad derrotista.
Las personas agresivas son arrogantes, egoístas, desconsideradas y hostiles, y las personas pasivas son débiles, quejosas y no se respetan a sí mismas. Tanto las agresivas como las pasivas tienen comportamientos infantiles.
Las personas asertivas son positivas y firmes, saben expresar sus ideas y escuchar a los otros decir las suyas; se pueden concentrar en lo que es de su interés y no hablar de sus sentimientos personales. Esta es la respuesta adulta.
El miedo, la timidez, la pasividad y también la ira son emociones infantiles, y la asertividad es la capacidad de hacerse respetar mostrándose tranquilo y seguro, poder expresar las situaciones negativas en forma objetiva sin hacerlas personales y cuestionar cualquier cosa que se considere necesaria en forma positiva.
La forma en que nos comportamos con los demás se relaciona con personas del pasado que aún siguen influyendo en nuestra conducta; por eso es imperativo realizar una autoevaluación honesta para darse cuenta en qué medida hemos superado esas reacciones y no continuamos trasladándolas a nuevas situaciones.
También, hablar de este problema con alguien puede ayudar, ya que puede ser constructivo saber cómo nos ven los otros.
Se puede controlar cualquier situación explicando la propia posición con firmeza, sin responder con agresividad y reconociendo las críticas que son ciertas.
En cualquier discusión, ganar no es el resultado ideal, lo que debe lograrse es una solución que permita o que al menos deje a los demás la impresión de que todos ganan.
Malena
Fuente: “Las cinco habilidades esenciales para tratar con las personas”; Dale Carnegie Training.
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Hola, Malena! Buenas noches! Hoy hablé con mi primo. Llevaba enfadado con él muchos años. Porque vi sus defectos. Me.di cuenta de cosas. Amigos perfectos no hay. Yo tampoco soy perfecto. Solo si me reprimo e intento no dañar a nadie. Para ser amado porque me siento mal. Eso hice cuando estaba en el bache después del brote psicótico. Pero así me moría de asco. Porque tenía que entender que yo era el responsable de mi vida. Yo arreglar mi vida.
ResponderEliminarNo confío en mi primo mucho. A veces me dice, no vayas al centro de día que no son de fiar. No quiere mi bien a veces. Yo también soy falso con él. Pero no le intento quitar lo bueno!
Después de hablar con él por teléfono me sentía entre gente como hace 27 años cuando paraba con él. Miedoso, nervioso, desconfiado,... me acuso ahora de cosas del pasado.
Estar en un grupo que estás seguro con gente que te quiere tu hogar da tranquilidad. Cuando estás con gente nueva es el miedo. Miedo a lo desconocido. A que digan, tú robaste! Como me digo a mi. Yo robe, me digo. Eso fue hace muchos años, 22, la ultima vez. Si me perdono, me olvido de eso dices tú.
Perdonarse... soy un mierda! Quien quiere mi perdón?. yo lo necesito! Si me perdono seré feliz!
Esta vida sin amigos ni conocidos te anestesia. En la ciudad. Ahora si tengo amigos. Hay que hacer amigos y mantenerlos. Y ser amigo de ti mismo. Por qué me hice daño? Como me hice daño? No amando.
A veces uno se cierra. Porque no hay amigos cerca. Y sufre.
Amar es la clave.
Saludos suerte gracias
Pablo Manuel
hola Pablo, me alegro que tengas entusiasmo para asistir al Centro de Día, no subestimes a tus compañeros ya que pueden ser inteligentes y buenas personas. Elige a los que son más sociables y te parecen más afines. Estoy segura que harás buenos amigos y "amigas". saludos, malena
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