El Tarot es un sistema de conocimiento que puede descubrir los esquemas interiores humanos más inaccesibles, la manera de tomar decisiones y el consecuente porvenir de una persona, pero además es una de las formas de entender el orden y la racionalidad del universo.
La física reconoce que el cosmos está constituido por materia, factible de ser medida y observada y por otros elementos intangibles y aún imposibles de observar, en constante interacción.
El universo observable lo denominamos naturaleza y el que es imposible de conocer, cada uno lo interpreta según sus creencias.
La naturaleza tiene sus propias leyes inquebrantables pero no nos explica quiénes somos, de dónde venimos y hacia dónde vamos.
Esta búsqueda de explicaciones sobre nuestro origen que desvelan a la humanidad desde que existe, fue la inspiración de la mitología, la filosofía, la religión y otras posibles fuentes de conocimiento basadas en distintas hipótesis que surgen de nuestras intuiciones.
Los fenómenos naturales tienen una causa y un efecto, pero sólo podemos intuir la causa de los fenómenos intangibles a través de las consecuencias.
La naturaleza es ordenada y se renueva constantemente, pero en sí misma es permanente, como si existiera algo o alguien más poderoso que la programara para progresar.
En el mundo de lo intangible, la primera ley nos dice que lo único que no cambia es el cambio, la segunda ley reconoce que existe un cambio cíclico y la tercera ley afirma que existe un cambio secuencial, o sea que los cambios se producen como si hubiese una fuerza organizadora directriz.
El hombre es un microcosmos y tiene dos maestros, la naturaleza, que es un maestro implacable y el maestro sublime del mundo intangible que para las artes esotéricas es el Azar.
La vida es movimiento, por lo tanto vivir es evolucionar.
El cuerpo está constituido por átomos que están siempre en movimiento y que produce una vibración que puede ser activa, pasiva o normal.
Todo objeto tangible está en contacto con el océano intangible o energía esencial.
El cerebro es el órgano directriz del cuerpo que manda sobre todas las partes tangibles e intangibles humanas pero no funciona solo, necesita programación. El punto de conexión entre el mundo tangible e intangible del hombre es el “yo” o “ego”, o sea la inteligencia del cerebro.
El ego se comunica con el cerebro, físicamente, sensiblemente y mentalmente en función a la escala de valores que tiene el individuo, reaccionando a los estímulos que recibe con condicionamientos, pero a veces, esa respuesta de conveniencia o interés es reemplazada por una respuesta espontánea que es la proviene del mundo intengible.
La respuesta espontánea no tiene en cuenta el sistema de valores y puede llevar a las personas a hacer cosas consideradas imposibles, es el momento en que el mundo intangible se está manifestando.
El Tarot nos muestra los dos mundos, el tangible y el intangible y representa un modelo de conexión entre esos dos mundos.
A través de las figuras del Tarot, podemos observar los modelos que nos propone del mundo tangible y luego encontrar el mensaje intangible sin caer en exageraciones fantasiosas.
Malena
Fuente: “El Tarot de Marsella” Tchalai Unger.
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