Mi pareja se "mensajea" con otros u otras - Psicología Malena



Mandar mensajes por celular parece ser una intención inocente, salvo cuando se convierte en una manera de conquistar a alguien, teniendo ya otro compromiso.

Es cierto que facilita el acercamiento y permite conocer a una potencial pareja sin necesidad de enfrentarla personalmente, cuando una persona está vacante, pero también puede servir para tentar a quienes ya tienen a alguien a tener una aventura.

¿Por qué algunas personas se sienten tentadas a usar el celular para estas cosas si ya tienen pareja?

Seguramente porque algo anda mal entre ellos y no son capaces, ninguno de los dos, de hablar claro.

Hablar es lo que nos distingue de los animales, sin embargo existen parejas que nunca hablan de estos temas sin pelearse, como si no pudieran hablar de sus sentimientos, decir qué les gusta o no del otro, ni nada que pueda provocar un posible rompimiento.

A veces, ambos se dan cuenta que las cosas ya no marchan más como antes, sin embargo, ninguno de los dos quiere ser el primero en blanquear una situación que se está cayendo sola; pero otras es sólo uno de ellos que comienza a dudar de sus sentimientos, generalmente cuando ha dejado de sentir la misma emoción de los primeros tiempos y añora repetir historias.

Lo cierto es que la mayoría que se encuentra en esa situación, antes de ser sincero prefiere no arriesgarse y atreverse a elegir una alternativa menos digna pero más conveniente, con la posibilidad de no perder nada.

Las estadísticas no mienten, porque es verdad que los hombres suelen ser más infieles que las mujeres.

Básicamente los varones llevan la infidelidad en sus genes, porque son depredadores por naturaleza; de modo que si aparece una oportunidad de conquista, por lo general, salvo honrosas excepciones, están dispuestos a aceptar el reto.

Las mujeres también pueden caer en esa tentación, pero es diferente, porque ellas, para ser infieles, aunque sea con el pensamiento, pueden necesitar más que ellos, una razón sólida que lo justifique.

La mujer que comienza a revisar el celular de su pareja, ya hace mucho que desconfía, pero como necesita pruebas, se atreve a violar la intimidad de su novio o marido para confirmar sus dudas.

La infidelidad es faltar a lo que se ha prometido, es un acto de deslealtad, y como tal algo que a muchos les atrae como atrae toda situación de peligro, porque genera adrenalina.

La adrenalina es el valor agregado que tiene toda relación clandestina, por eso se mantiene en secreto, porque ni bien sale a la luz pierde buena parte de su encanto y porque de paso se puede conservar el otro amor que parece gastado pero en el que todavía se confía y que también se necesita.

La ingenuidad es creer que con otro amor será diferente, cuando todos sabemos que en este mundo no hay nada que permanezca igual, para siempre.

Esa pasión arrolladora vivida alguna vez que el vínculo amoroso ha perdido y que ahora se pretende recrear con otra u otro, se ha transformado en un sentimiento más maduro y más parecido a la ternura. Sólo hay que reconocerlo, tal como se puede distinguir el oro de la chatarra.

La pasión no se agota cuando el amor es verdadero, sólo desaparecen las llamaradas de los primeros tiempos, pero quedan las brasas, que son las que duran.

Malena