Publicado el 2016/03/22 por Psicóloga Malena Lede
La pareja y el fútbol - Psicología Malena Lede
El fútbol, en Argentina, es una pasión de la mayoría de los hombres. Las esposas o novias que no comparten esa pasión, pasan a ocupar un papel secundario.
Esta realidad es inmodificable y tiene que ser aceptada, a menos que se quiera vivir en perpetua discordia.
¿Qué hacer para recuperar el lugar de privilegio que ocupa el fútbol en el corazón de los hombres?
Primero, hay que reconocer que muchas veces, ver un partido de fútbol o cualquier otro deporte, suele ser la mejor opción entre las innumerables opciones que ofrecen los canales de televisión.
También hay que tener en cuenta que la devoción masculina por el fútbol mueve a multitudes y no son pocas las mujeres que también se interesan en ese deporte.
¿Qué pasa si un marido no sólo va todos los domingos a ver a su cuadro favorito a la cancha sino que también sigue a su equipo a todas partes para alentarlo?
Mujeres, si no los pueden vencer, entonces únanse a ellos, conviértanse en hinchas de su cuadro favorito y acompáñenlos a todos lados.
Aunque sea difícil de creer hay mujeres que consiguen interesarse en el juego hasta volverse fanáticas como ellos.
Empieza tú a hacer lo mismo. Cómprate una camiseta con el logotipo de su cuadro favorito y una calza ajustada haciendo juego para usar arriba de tu corpiño talle 95 y ve a la cancha con él para demostrar tu entusiasmo y para que todos sepan que eres fanática del mismo equipo.
Presta atención a las reglas del juego, entérate de qué se trata, la función que tienen todos los jugadores y sus lugares en la cancha; de esa manera podrás aplaudir cuando corresponde, en cada buena jugada.
Apréndete de memoria los nombres de los jugadores, quién es el referee y quien el director técnico.
Si prestas atención y participas del juego te gustará, si no, habrás hecho el intento de ser una más de los que admiran ese deporte y lo pueden disfrutar, más que cualquier otra cosa.
Te sorprenderás después, porque ambos tendrán de qué hablar cuando vuelvan a casa, se acordarán de cada jugada y de cómo se desempeñó cada jugador; y luego podrán ver juntos los programas periodísticos deportivos y dar su propia opinión.
De esa forma, el tema del fútbol que amenazaba separarlos y convertirlos en dos extraños, los unirá para siempre, se incrementará entre ustedes la comunicación y tendrán más temas de conversación.
Entonces sí se hará realidad lo que muchas veces soñaron, estar ambos sentados en la sala de la casa, disfrutando de ver, de común acuerdo, un partido de fútbol por televisión.
Malena
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