La ansiedad es la respuesta normal a situaciones de
peligro, es importante cuando la amenaza es real porque incrementa los recursos
para defenderse, pero es patológica cuando persiste a lo largo del tiempo sin
causa aparente.
La ansiedad afecta el comportamiento, causa trastornos
emocionales y produce estrés.
Investigaciones científicas muestran que la ansiedad
puede estar relacionada con el funcionamiento de la flora intestinal.
En efecto, el cuerpo cuenta con dos cerebros, uno en el cráneo y otro en el intestino que se denomina sistema nervioso entérico.
Una flora intestinal con una apropiada cantidad de
bacterias beneficiosas para la digestión, como las que contiene el yogur, es también
sumamente importante para el normal funcionamiento del cerebro, para el equilibrio psicológico y el buen estado de
ánimo.
El intestino y el cerebro se influyen recíprocamente,
el funcionamiento intestinal puede
afectar la salud mental y la mente puede influir el cerebro.
Las bacterias que se encuentran en los intestinos
pueden disminuir la resistencia normal a determinadas enfermedades e incluso
alterar la personalidad.
La alimentación moderna, los antibióticos, el estrés,
el alcohol, el tabaco y la polución ambiental son algunos de los factores que pueden
producir cambios perjudiciales en la flora intestinal.
Las técnicas de relajación y de respiración profunda
producen efectos físicos sobre la mente, que es la que se encarga de enviar sus
beneficios a todo el cuerpo.
Además de estas técnicas, para mantener el cuerpo y
la mente en equilibrio es necesario llevar una vida sana, dormir lo suficiente,
hacer ejercicio regularmente, conectarse con otras personas, disponer de tiempo
para el esparcimiento, disfrutar de la naturaleza, hablar con alguien de las
cosas que producen preocupación y pensar en positivo.
Las estadísticas indican que existen alrededor de
cuarenta millones de personas adultas que sufren de ansiedad sin amenazas
reales, con la consecuente disminución
de su calidad de vida.
Los medicamentos tradicionales sin prescripción
médica pueden causar adicción y causar efectos secundarios indeseados, como
pérdida de memoria, fractura de huesos, confusión y mareos.
Estos trastornos se pueden evitar si se puede ser
capaz de replantear prioridades, de
vivir una vida menos acelerada, de moderar las aspiraciones y de no abusar de
la resistencia del cuerpo; intentando volver a la naturaleza e imitar a los
animales, que hacen una cosa a la vez con la mayor serenidad y sin preocuparse.
Malena Lede - Psicóloga
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