Por qué sufro maltrato - Psicología Malena Lede




El mundo es un reflejo de nosotros mismos, por lo tanto el que sufre maltrato, es el primero en no respetarse y en no valorarse, ni quererse. Su baja autoestima lo vuelve miedoso, sumiso y dependiente,  actitudes que lo convierten en una presa fácil para ser agredida por quienes lo rodean.

Si estas personas se atrevieran a confiar en sus propias capacidades y a mejorar la imagen que tienen de sí mismas, podrían controlar mejor lo que les pasa y también el trato que reciben de los demás.

La inseguridad y el miedo a equivocarse les impiden tomar decisiones o tener iniciativa, por eso es común que intenten que otros asuman sus propios compromisos y decidan por ellos.

Son personas que necesitan la aprobación de los demás porque desconfían de sus propias capacidades y no están dispuestas a arriesgarse, lo que las hace vulnerables a todos los que pueden aprovecharse de su debilidad y sacar ventaja de ello.

Tienen que ser capaces de descubrir su propio potencial, explorar en su interioridad y aceptarse como son,  con sus cualidades y con sus defectos y pensar que con el único que hay que competir es con uno mismo.

Para sentirse bien, necesitan registrar y reconocer sus propios logros, sin prestar atención a la opinión de los demás, minimizando sus errores y permitiéndose perdonarse.

El miedo a perder el afecto puede provocar maltrato, cuando se pone demasiado empeño en mantener una relación que muchas veces resulta ser tóxica; porque nadie es indispensable y menos aún cuando es motivo de sufrimiento.Si elevamos la autoestima reflejaremos una imagen más sólida, firme y segura, lo que desalentará cualquier intento de avasallamiento.

Un cambio drástico en las relaciones es posible y puede lograrse siendo más benévolo consigo mismo, aprendiendo a evaluarse con menores exigencias, aumentando la propia confianza y siendo más creativo, atreviéndose a ser más optimista e independiente y enfrentando las eventuales agresiones con inteligencia y sensatez.

Malena Lede - Psicóloga