Disfrutar de la vida y ser felices con lo que
tenemos y con lo que somos parece ser una quimera difícil de alcanzar.
La humanidad ha conseguido grandes avances
tecnológicos y mejor calidad de vida en gran parte del mundo, muchos
problemas que parecían no tener solución y que creíamos que terminarían con la
raza humana han sido controlados; los medios de comunicación acortan las
distancias y se puede mantener contacto visual y auditivo con personas que
viven en los lugares más alejados; sin embargo, a medida que la civilización se
desarrolla y crece se está registrando un raro fenómeno a nivel individual: mucha
gente comienza a tomar conciencia que la vida que está haciendo no tiene
sentido, que ya no le alcanza con tener sus necesidades satisfechas, que
necesita imperiosamente algo más.
El entretenimiento escapista, las drogas y el
alcohol pretenden ahogar esa necesidad humana y aunque las condiciones de vida
hayan mejorado, este factor no parece ser suficiente para llenar ese vacío
existencial.
En los países desarrollados el promedio de
expectativa de vida es más de setenta años, y a pesar de las guerras, las
catástrofes, las epidemias o los accidentes, este índice sigue subiendo.
Sin embargo, actualmente, en el país del Norte, se está observando una caída significativa de
la expectativa de vida en grupos humanos
de mediana edad, de buen nivel
adquisitivo; y las investigaciones muestran que el aumento de la mortalidad se
debe al abuso de drogas, al alcohol, a la obesidad y a los suicidios.
Estas muertes ya no se deben a causas externas sino internas
de estos individuos, que al llegar a determinada edad, por razones
existenciales, adoptan comportamientos
auto destructivos.
La felicidad parece no estar relacionada con el
confort que proporcionan los bienes materiales y que el consumo no es
suficiente para darle sentido a la vida.
Los individuos adquieren un alto grado de
capacitación tecnológica, reciben títulos universitarios y realizan doctorados
y estudios de post grado; pero no pueden discernir, no saben quiénes son, cómo vivir,
pierden toda sensibilidad y se convierten en simples robots hedonistas que sólo
saben consumir.
Aunque están todo el día conectados con aparatos, se
sienten solos, temen la responsabilidad de una familia porque sólo piensan en
sí mismos y no tienen capacidad de entrega.
Cuando creen haberlo conseguido todo, el vacío
existencial es tan tremendo que comienzan los excesos, de drogas, de alcohol, hasta
que hartos de sí mismos se suicidan.
Somos esencialmente seres sociales que no pueden
vivir solos. Creo que es hora de recuperar nuestra esencia y volver a tener una
vida más humana.
Malena Lede – Psicóloga.
Publicar un comentario
Muchas gracias por participar de este espacio!
Ver Comentarios
Debo admitir que ahora entiendo un poco, tengo 28 años, casi 29, tengo tres años tratando de impulsar un pequeño negocio, en el primer año me separe de mi ex de 5 años de relacion pero el negocio continuo, en el segundo una pequeña mejora, ahora en el tercero que he logrado que este estable y con ganancias, además de lo que eso conlleva (poder adquisitivo) no me siento realmente feliz, tengo una nueva relacion de noviazgo, un perro, casa, un negocio que va bien, pero no me siento del todo bien, no uso drogas ni alcohol, pero en ocasiones me siento deprimido, es interesante lo que escribió :)
ResponderEliminarDebo admitir que ahora entiendo un poco, tengo 28 años, casi 29, tengo tres años tratando de impulsar un pequeño negocio, en el primer año me separe de mi ex de 5 años de relacion pero el negocio continuo, en el segundo una pequeña mejora, ahora en el tercero que he logrado que este estable y con ganancias, además de lo que eso conlleva (poder adquisitivo) no me siento realmente feliz, tengo una nueva relacion de noviazgo, un perro, casa, un negocio que va bien, pero no me siento del todo bien, no uso drogas ni alcohol, pero en ocasiones me siento deprimido, es interesante lo que escribió :)
ResponderEliminarHola Thine Ylonen, además de todo lo que haces tienes que hacerte un pequeño espacio para vivir las cosas sencillas de la vida, crecer como persona, adquirir conocimientos que te interesan, tener un hijo y participar en su crianza, cultivar amistades y reunirse,tener contacto con la naturaleza, hacer deporte, interesarte por otros y ayudarlos.
ResponderEliminarEn los campos de concentración nazis sólo sobrevivían los que tenían algo por qué vivir. Tenerlo todo es bueno pero no es suficiente, además tenemos que lograr conocernos y saber cuál es nuestro propósito en esta vida. No necesita ser una gran misión a veces son pequeñas cosas que nos hacen sentirnos bien con nosotros mismos y eso no tiene precio.
En este momento de mi vida, por ejemplo, este blog me hace feliz, porque creo que puedo ayudar. saludos, malena