La genialidad humana es la habilidad de imaginar un
nuevo modo de ver la realidad; tanto en el ámbito científico como en el
artístico.
Los artistas suelen visualizar sus obras antes de
hacerlas. Mozart afirmaba escuchar su música
mentalmente y sólo se limitaba a escribirla y Miguel Ángel veía en el bloque de
piedra virgen sus esculturas ya hechas.
Este poder de imaginar cosas que aún no existen, que
es necesario para crear algo nuevo, es lo que sugiere la idea de la relación
entre el genio y la locura.
Se sabe que a veces una patología neurológica o neuropsiquiátrica,
como una demencia o un infarto cerebral, pueden producir cambios cognitivos y afectivos
y la eventual aparición de capacidades artísticas, en pacientes que antes de su
enfermedad no tenían esa habilidad.
Existen muchos trabajos escritos sobre la relación
entre los trastornos psiquiátricos y la capacidad artística, relación que no se
observa con la misma frecuencia en otros oficios o profesiones.
La historia nos revela muchos casos de grandes
genios que lograron la inmortalidad con sus obras, pero que en vida padecieron
enfermedades psíquicas que los llevó a vivir solitarios, marginados e
ignorados.
La enfermedad mental permite ver la realidad de una
manera diferente, y este fenómeno también se puede observar en pacientes que se
encuentran en hospitales psiquiátricos a quienes no les interesa ser
reconocidos como artistas pero que espontáneamente expresan su interioridad con
obras de gran originalidad, agudos detalles y metódica perfección.
Estos pacientes suelen perder gran parte de su
creatividad cuando reciben medicamentos o
cuando son obligados a cumplir las normas del establecimiento donde están
internados.
Las personas sanas, someten a crítica su producción
artística, gracias al normal funcionamiento de su sistema límbico cuando se
evocan emociones; pero en los pacientes con daño en el lóbulo frontotemporal, la desinhibición subcortical ocasiona un
aumento de la respuesta emocional y esta podría ser la razón de la aparición de
la habilidad artística.
Este incremento de la capacidad artística parece
producirse para compensar las funciones perdidas, estableciendo nuevos
circuitos en zonas que estaban anteriormente inactivas.
Las personas denominadas “savants” (una forma de
autismo) son las que más sorprenden por sus obras de extraordinaria calidad
artística, ya sean dibujos, pinturas, esculturas y música. Algunos de ellos se han destacado como
escultores, músicos, compositores,
dibujantes e incluso por sus habilidades para calcular cifras astronómicas de
memoria.
La creatividad también puede relacionarse con
algunos rasgos de personalidad; como el
pensamiento divergente, que es la habilidad de ver las cosas desde distintas
perspectivas o con la forma de proyectar los miedos y el mundo interno; características
personales que les pueden otorgar a las obras una valiosa particularidad.
Malena Lede – Psicóloga
Fuente: “El cerebro artístico”; Mara Dierssen.
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Hola Malena! :) Buenas noches! Aquí estoy con el móvil de mi sobrina pequeña. Cumple 12 años este miércoles, y para ir al instituto mi hermana le dio un SMART Phone. Bueno se lo regale yo que a su vez me lo regaló mi cuñada. .. para ser honesto. Mi hermana no le ha puesto filtro al teléfono . Para que no pueda ver páginas pornograficas. Supongo que cree que la niña es muy chica para querer ver esas cosas. Pero puede tener amigas repetidoras también...
ResponderEliminarLa niña, en clase ha hecho una amiga y dos amigos. Ellos cuatro me dice están juntos casi siempre.
Mi sobrina no digo su nombre por si hay alguien que la conoce dice que no quiere tener pareja en un futuro. Que ha visto a su madre sufrir por un mal novio que la maltrataba...
pero... se junta con chicos y chicas eso dice que no odia a los chicos verdad? Su padre es muy buena persona. De muy buenos sentimientos.
Me dice que con sus amiguitos se lleva bien. Es una niña buena sin envidias que le gusta compartir. Si un indigente le quiere pedir dinero ella lo escucha y lo atiende. Es generosa. Sí. Como su abuela, mi madre. Y yo. No es por ser pistoso es cierto. Ya muchos dicen nuestros defectos como para decirlos nosotros también...
hasta luego!
Pablo Manuel