El estrés se produce cuando se percibe que la
demanda de una situación externa supera la capacidad para enfrentarla. Influye
además el carácter de la persona y la circunstancia.
Existen algunas estrategias que permiten evitar los
efectos negativos que el estrés produce en la salud.
Cada situación puede ser interpretada de distinta
manera; ya sea como una amenaza que nos obliga a resolver el problema o como un
desafío.
El estrés positivo representa un reto que produce
una motivación en el individuo y el
negativo es cuando la situación es percibida como una amenaza o peligro.
El estrés negativo se puede prevenir eludiendo
cualquier circunstancia, situación, lugar, actividad o compañía que pueda
significar para nosotros una amenaza.
No se trata de huir de los problemas sino de
aprender conductas que nos ayuden a compartirlos y no asumir más
responsabilidades de las que tenemos.
Otra forma es tratar de controlar nuestras
reacciones, utilizando técnicas de respiración, de relajación y de meditación,
que pueden ser practicadas en cualquier sitio.
Otra forma de anular o disminuir los efectos
negativos del estrés es utilizando estrategias de neutralización, mediante la
práctica de un deporte, correr, caminar o hacer ejercicios físicos, dormir ocho
horas, alimentarse adecuadamente y si es necesario tomar la medicación que le
recete su médico.
También es útil entrenar al cerebro para modificar
el modo de percibir y reaccionar frente a los estímulos, ya que somos nosotros
los que decidimos qué es lo que nos va a afectar o no.
La vida actual nos impone un estilo de vida lleno de
situaciones difíciles y muchos desafíos y no podemos eludir las
responsabilidades y los problemas que se producen a diario; pero si podemos limitarnos
a hacer solamente lo que está a nuestro alcance sin exigirnos en exceso.
Malena Lede – Psicóloga
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