Todo lo que deseamos son necesidades humanas
comprensibles que se pueden ir realizando a lo largo de la vida, pero que se transforman en imposibles si se pretenden lograrlas todas al mismo tiempo.
Se pueden alcanzar
las metas deseadas a lo largo de toda la vida, con entusiasmo, optimismo y
estando dispuesto a hacer el esfuerzo necesario; pero no vivir deseando lo que
tienen los otros, que son diferentes.
Dicen que la
envidia es la que hace que nunca logremos nuestros propios objetivos y es
verdad, porque cada uno de nosotros nació para ser alguien distinto.
A principios de
siglo los viajes al extranjero eran solamente accesibles a las clases
privilegiadas. Se hacían en barcos lujosos
y duraban seis meses. Ahora es
diferente, la gente común puede viajar en avión a cualquier parte del mundo
sólo por una semana o quince días y muchas veces antes de tener treinta años.
Los viajes de
estudio suelen ser más ambiciosos que antes.
Ya no se piensa en Mar del Plata o Bariloche sino en un lugar exótico en
el trópico o en la selva africana.
Aunque viajar se ha
vuelto más accesible aún se necesita contar con bastante dinero.
Los cumpleaños de
15 suelen ser tan espectaculares como un casamiento e incluso ser reemplazados
por viajes a Disney o a otro lugar de moda.
¿Qué bolsillo
soporta tantas apetencias? No todos, aunque gran parte hace verdaderos
sacrificios para no privarse de esos privilegios.
Y ¿hasta qué punto
todas esas cosas que nos parecen tan espectaculares nos dejan satisfechos?
La mayor parte de
la gente no se da cuenta que la verdadera felicidad se logra adaptándose a cada
etapa de la vida en forma creativa, haciendo algo que le permita expresar el potencial que tiene de la mejor manera.
Los humanos siempre
tendremos apetencias insatisfechas, porque ése es nuestro destino, la búsqueda
de algo más que le dé sentido a nuestra existencia; porque tenerlo todo no
garantiza la felicidad.
La búsqueda de uno
mismo es lo esencial, sin aferrarse a algo o a alguien.
Las cosas
materiales dan satisfacciones inmediatas y luego ya se está buscando otra
cosa. Por eso hay que intentar disfrutar de cada momento como si fuera el
último, sin muletas ocasionales y siendo dueño de uno mismo.
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Hola, buen día Malena. Es lindo volver a leerte. Como de costumbre siempre visto tu sitio web por tus notas, las considero muy enriquecedoras. Saludos
ResponderEliminarMuchas gracias, es bueno saber que todavía tengo admiradores, muchas gracias, malena
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