¿Sabemos lo que es
una relación y qué significa relacionarse?
Son pocos los que
lo saben, porque si hubiera muchas personas bien relacionadas en el mundo, no habría tantos conflictos.
El egoísmo es la
base de los conflictos, el problema es que cada uno tiene que darse cuenta por
sí mismo de lo muy egoísta que puede ser.
Aunque estemos en
contacto con personas buenas tampoco podemos aprender qué es bueno, qué es
falso o qué es verdadero, tenemos que descubrirlo y verlo nosotros mismos.
En una sociedad
corrupta como ésta y como en otras muchas sociedades del resto del mundo, la
estructura social tiene que cambiar; pero si individualmente seguimos siendo
corruptos y falsos ninguna estructura, aún la más perfecta, podrá sostenerse
mucho tiempo.
Tiene que haber un
cambio dentro de nosotros mismos, volvernos más sensibles, más atentos, más
inteligentes y esto es posible.
La conciencia de
cada uno de nosotros posee un contenido oculto profundo que nos condiciona y no
nos permite vivir libremente el presente.
Cada
condicionamiento del pasado nos impide la acción ahora, o sea todos esos
conocimientos acumulados que alguna vez nos han herido.
Luego están las
influencias externas de personas que se han hecho famosas y que pretenden dar
cátedra sobre la vida en función a sus experiencias.
Además están los
propios proyectos, los planes, los sueños personales que intentan imitar a
otros para tener lo mismo que tienen ellos, cuando se piensa que el ser es el
tener.
Sin embargo, a
pesar de hacer lo que les da la gana sin mirar las consecuencias, el mundo está lleno de seres infelices,
desorientados, confusos, llenos de odio y sin ninguna compasión.
Entonces les echan
la culpa a otros, a la suerte, al sistema, a sus madres o padres, pero menos a
su propia mediocridad.
Son pocos los que
escuchan la voz de su conciencia al actuar, por eso pueden sufrir de insomnio o
soñar y tener pesadillas cuando sus cerebros intentan lograr el equilibrio y
poner orden en sus vidas.
El desorden aparece
cuando se piensa una cosa, se dice otra y se hace otra, cuando reina la
hipocresía, el doble discurso, el engaño, la máscara que se trata de defender,
la manipulación y la mentira; para
pasarla bien, disfrutar, vivir el presente aunque implique destruir a quienes
afirman amar.
El desorden continuará
existiendo mientras exista conflicto entre el yo y la conciencia.
Por eso, lo que
puede salvar al mundo de la autodestrucción es la evolución de la conciencia.
Fuente: "La raíz del conflicto"; "El despertar de la inteligencia" (vol.1) . J. Krishnamurti
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