NUNCA HAY CAMAS EN LOS HOSPITALES - Psicología Malena Lede

Parece que el mayor temor de los políticos es que la cantidad de infectados de corona virus, que requieran internación, no pueda ser atendida convenientemente por no alcanzar las camas disponibles en los hospitales existentes.

Esto es verdad ahora y también era una cruel realidad antes del corona virus.

En la ùnica oportunidad que yo necesité de un servicio público y teniendo asignada oficialmente la institución correspondiente a la zona donde se encuentra mi domicilio,, NO HABIA CAMAS DISPONIBLES.   Por lo tanto la ambulancia me tuvo que llevar a otra cercana que TAMPOCO TENIA CAMAS VACANTES por lo cual me tuvieron que atender en la guardia, quedando en observación algunas horas.

Se trató de un episodio de arritmia cardíaca que afortunadamente superé con éxito prácticamente sin la atención médica adecuada

Ahora, la pandemia de corona virus está permitiendo ver las graves fallas que ya existen a nivel sanitario y que los gobernantes de turno eluden con gran disimulo, preocupados por ocuparse de cosas que les reportan mayor rédito político.

La falta de camas en los hospitales es una deuda pendiente que nadie se atreve a encarar.  En la Capital del país, el problema se complica con la afluencia de gente del interior y también de países limítrofes que vienen a atenderse aquí, dado que ellos también sufren la falta de servicios sanitarios adecuados, aún en mayor medida.

El corona virus también ha puesto en evidencia, miles de villas de emergencia, la mayoría de ellas en el Gran Buenos Aires, y otras, no poco numeroas en la Capital.  Gente que vive hacinada desde hace mucho tiempo en condiciones infrahumanas;  familias enteras que se refugian en viviendas precarias,  sin los más elementales servicios esenciales.

Bienvenido el corona virus si es que obliga a las autoridades a torcer la mirada para ver lo que no quieren ver, lo que dan por sentado como algo que jamás se podrá resolver.

Tienen miedo que no alcancen las camas si se produce un pico. Me pregunto dónde están y qué pasa con la cantidad de camas vacías que se ven por televisión.  Parecen pintadas porque la realidad es que  no basta con tener todas esas camas disponibles si no hay personal idóneo ni se cuenta con los insumos necesarios para atender adecuadamente a los enfermos.

Después de la Segunda Guerra Mundial, Europa estaba destruida.  Pocos conservaban su casa y la mayoría sobreviviente quedó en la calle.  En ese momento Estados Unidos los  ayudó económicamente para reconstruir todo lo destruido y así fue.

Sin haber sufrido esa guerra y teniendo de todo para ser una potencia mundial no hay gobierno con la voluntad política para sacar a  nuestra gente de esas condiciones inhumana.

Qué estamos haciendo mal?  Cuántas personas viven del Estado?  Dónde va a parar la plata de nuestros impuestos que son los más altos del mundo?  Parece ser verdad los que dicen que la pobreza de la gente es una consecuencia de la riqueza de la tierra.

Países que viven al borde del mar, que no tienen agua dulce, que están rodeados de montañas, que sufren inundaciones, tsunamis, terremotos, pueden prosperar.  Nosotros, que tenemos de todo, sin hipótesis de conflictos bélicos ni ninguna amenaza de posible catástrofe,  vivimos postergados, con la eterna amenaza de una hiperinflación, sin posibilidades de trabajo para los jóvenes y llenos de deudas que no se pueden pagar

Las dádivas eventuales que el gobierno les da a los pobres son sangrías de dinero público que sólo sirve para que no mueran de hambre, pero son útiles porque se convierten en votos, por eso a nadie le interesa tomar decisiones de fondo.

Es claro, porque una solución de fondo exige una decisión política que ningún gobierno quiere tomar, o sea hacer realidad un proyecto ambicioso e inteligente que le permita a la gente que lo necesita, vivir una vida más digna.

Lamentablemente es cada vez más difícil que se llegue a cristalizar ese gran cambio, mientras los políticos sigan nombrando a sus amigos para ocupar cargos públicos; utilicen los recursos para propaganda y no le den oportunidad a profesionales competentes a desarrollar proyectos inteligentes e imaginativos que puedan hacer realidad el cambio.

Malena Lede