DESPUÉS DE LA TEMPESTAD SIEMPRE SALE EL SOL

El pesimismo es lo que tiende aparecer frente a las dificultades,  porque las dudas y los interrogantes nos acosan.  ¿Qué pasará después de esta pandemia?.

Fnalmente el corona virus dejará de asolarnos y se convertirá en historia,  pero no estamos seguros en qué medida la economía de los países más castigados lograrán recuperarse. 

Después de la Segunda Guerra Mundial, las bombas dejaron países europeos devastados y muchas familias destruidas.  Era difícil conseguir alimentos y un lugar para vivir; la gente tenía que hacer largas colas para poder comer.

Muchos, cansados de tanto sufrimiento y creyendo que las posibilidades de reconstruirlo todo eran remotas, decidieron emigrar a América como la única esperanza de conseguir paz y trabajo, pero otros se quedaron y esos,  que creyeron en resurgir de las cenizas vieron cristalizados sus sueños en pocos años.

Después de la guerra, gracias a la ayuda de los americanos, los europeos lograron la hazaña de volver a ser potencias mundiales, tener una economía próspera, elevar el standard de vida de la gente  y concretar los sueños de sus habitantes.

Pocos creyeron que eso algún día iba a ser posible, sin embargo, así fue, porque cuando todo está destruido queda todo por hacer e inevitablemente, todo vuelve a ser como antes y aún mejor que antes.

¿Por qué después de esta pandemia, que se puede comparar con la calamidad que produce una guerra, no puede pasar lo mismo?  

Hace más de tres meses que lo único que la gente compra son alimentos porque todos los negocios que se dedican a otra cosa están cerrados.  Es posible que cuando estos negocios abran haya un aluvión de clientes dispuestos a comprar de todo.

Es lógico pensar que las fábricas comiencen a trabajar a pleno para cubrir mayores demandas y que necesiten más personal que antes.    

Los cafés y restaurantes que ya existían no serán suficientes, porque en adelante las mesas deberán guardar mayor distancia, de manera que abrirán nuevos aún más espaciosos y elegantes 

Es lógico pensar que después de estar más de tres meses en cautiverio la gente salga dispuesta a gastar y a darse todos los gustos que no se dio todo ese tiempo.

Cuando algo crece en una sociedad se produce el efecto dominó, o sea que todo comienza a crecer del mismo modo y así como se propagó la pandemia será como se propague la reactivación en todos los rubros de la economía después de ella.

El que tiene visión para los negocios sabe que tiene que invertir antes de que se produzcan los hechos, no cuando todos están dispuestos a apostar a lo seguro.. 

Espero no equivocarme en creer que la historia siempre se repite.

Malena Lede