LA PANDEMIA CURA OTROS MALES - Psicología Malena Lede

Que existe una influencia entre el cuerpo y la mente es una realidad que nadie puede negar haber experimentado alguna vez.

Por ejemplo, los estados de ánimo depresivos no sólo agobian la mente sino que también hacen más lenta la función de los órganos, cambian la postura y la apariencia del cuerpo, la forma de caminar, el brillo de la mirada y se sufre de tristeza y desgano.

Es común que las personas mayores, en estos momentos de rigurosa cuarentena, se sientan desanimadas y mucho más si además están solas.

Ante esta desagradable realidad que todos sufrimos en mayor o menor medida;  pude observar un fenómeno en mi misma en estas desafortunadas circunstancias, que es digno de mencionar.

Todos los malestares habituales que solía tener en épocas normales,, con el transcurrir de la cuarentena fueron desapareciendo poco a poco.

Claro que no se trataba de cosas graves pero sí de molestias que tenían el efecto de hacerme la vida menos agradable.

Es así pues, que desde que empezó la pandemia se produjo un cambio en mi y comencé a sentirme mejor de todos mis supuestos males, ya sean reales o imaginarios, los cuales dejaron de fastidiarme.

Me di cuenta que la pandemia logró que dejara de concentrar mi atención en ellos y de a poco dejaron de ser reales. .Tan importante es lo que pensamos.

Mi mente me decía que lo último que una persona sensata debe hacer, en un momento en que una pandemia acecha, es ir al médico, a menos que sea imprescindible o que tenga alguno de los síntomas del corona virus; ya que es precisamente en los servicios de salud, en los consultorios y en los hospitales donde puede haber una mayor afluencia de personas que han contraído el virus.

Como somos lo que creemos ese pensamiento hizo que dejara de prestar atención a todas las molestias que me obligaban a consultar al médico.

No sólo me siento bien sino que además mi agenda está libre de compromisos médicos y demás chequeos; liberación que le debo  este obligado cautiverio .

¿Por qué desaparecieron mis achaques como por encanto?  Porque mi mente dejó de concentrar su atención en ellos para evitar las habituales consultas al médico y el posible contagio.

Todo lo que creemos se encuentra en el campo de las posibilidades y nuestra atención las convierte en realidades.

Por eso, imaginemos una realidad libre de corona virus y así desaparecerá por sí solo.  Podremos por fin respirar tranquilos sin barbijo y ver y abrazar nuevamente a nuestros familiares y amigos.

Sin embargo, podemos rescatar lo positivo que nos deja la pandemia, que es la posibilidad de vivir más para adentro y de trabajar a distancia, lo que puede resultar una ventaja para muchos, disminuirá el tránsito de vehículos,  mejorará la calidad del aire, permitirá ahorrar en gastos de viajes, almuerzos afuera e indumentaria y los que lo necesiten podrán estar más tiempo en sus casas.

Malena Lede