Tengo entendido que la cuarentena que mantenemos hace meses responde a un Decreto de Necesidad y Urgencia que firma el Presidente de la Nación; o sea que no es una Ley votada democráticamente por el Congreso de la Nación con la participación de todos sus integrantes.
Más allá de los discutibles beneficios que reporta paralizar todo el país, dado que es evidente que hasta ahora no se han logrado significativos resultados; y teniendo en cuenta tanto los perjuicios económicos como los psicológicos y de toda índole que provoca esta interminable cuarentena, la forma más democrática, correcta, menos cuestionada y más difícil de infringir por los ciudadanos, hubiera sido presentar en su momento el respectivo proyecto de Ley para que pudiera participar y decidir sobre esta inusitada situación, el resto de los representantes elegidos por el pueblo.
Hay que destacar que un DNU firmado por el Presidente de la Nación, no tiene el mismo valor jurídico que una Ley dictada por el Congreso, condición que la gran mayoría no sabe, ya que no es un instrumento suficiente para obligar a los ciudadanos por medio de la fuerza pública a cumplirlo. Con mayor razón si se trata de un grupo de personas que están al aire libre jugando al fútbol, con unos pocos simpatizantes a su alrededor.
Desde el sentido común, es posible que todas esas personas estaban más seguras en ese predio deportivo que en sus propias casas donde gran parte de ellos viven hacinados.
Sin embargo tuve que presenciar con mucha pena, a través de un noticiero televisivo; cómo un nutrido grupo de policías, debidamente protegidos y con armas cargadas con balas de goma, arremetían contra unos jóvenes que jugaban al fútbol en un campito, en la zona de Beccar y San Isidro.
La policía fue advertida del "delito" por algunos vecinos y cuando concurrieron al lugar, fueron recibidos a pedradas, lo que provocó su inmediata respuesta con armas cargadas con balas de goma..
Los seres humanos tenemos el don de la palabra y contrariamente a las bestias antes de la agresión podemos ejercer la persuasión, ya que además en ese predio también había mujeres y niños.
¿Qué país tenemos?, con una policía que en lugar de ocuparse de los delincuentes le tira balas de goma a los jóvenes que juegan al fútbol. Más que una democracia se está pareciendo peligrosamente a una dictadura.
En lugar de dedicarse las autoridades a utilizar la fuerza pública para disolver, como en este caso, reuniones al aire libre, que está demostrado no produce grandes riesgos si se respetan los protocolos, debido exclusivamente al temor del gobierno de sufrir un colapso sanitario por falta de camas y suministros en los hospitales, acorralan a la población como ganado, prohibiéndole trabajar, viajar, salir, ver espectáculos, relacionarse o hacer deportes, como si no fueran seres humanos sino animales confinados en un corral.
Cuando el resto del mundo, aún habiendo sufrido mayores perjuicios y pérdidas de vidas humanas por esta pandemia, ya se encuentra trabajando, estudiando, viajando, recibiendo turistas etc., nosotros que estamos llenos de deudas, que somos los reyes de la inflación y los artífices del default nos damos el lujo de paralizar el país y repartir dinero y comida a los necesitados que en su gran mayoría prefiere ganar su propio dinero haciendo su trabajo y no vivir recibiendo limosnas que nunca son suficientes.
Los políticos son conscientes de que cada una de esas limosnas, constituyen una sangría para el país, pero también saben que las dádivas representan votos, sin embargo, CUIDADO porque la barrida policial excedida en sus atribuciones que trató a ese grupo de personas como si fueran delincuentes, seguramente ninguno de ellos la olvida.
Malena Lede
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