LA NEUROSIS DE LA PANDEMIA

    Ya hace muchos meses que el mundo está viviendo una extenuante e interminable situación de estrés debido a la pandemia de Covid19.

   Este peligroso flagelo, que nos obliga a estar encerrados, a abandonar nuestros trabajos y proyectos, a dejar de ver a nuestra propia familia y relaciones y a abandonar intereses, distracciones, pasatiempos, hábitos, y hasta gran parte de los pequeños placeres de todos los días que nos podrían poner en riesgo de contraer esta enfermedad.

   Además de amenazarnos con serios padecimientos y hasta con la muerte, esta enfermedad está provocando en mucha gente, la dificultad para mantener el equilibrio emocional, el deseo de vivir, la capacidad de goce, las ganas de trabajar y de elaborar proyectos.

   Creo que tan peligroso como no usar barbijo y no respetar los demás protocolos aconsejables para evitar el contagio, es vivir con miedo, porque el miedo es un sentimiento negativo que produce depresión y la consecuente pérdida de la esperanza.

   La fatiga de vivir cuidándose y temerosos del acercamiento con los otros nos desanima porque somos seres esencialmente sociables, condición que disminuye nuestra capacidad para respetar razones. 

   No perdamos el optimismo, usemos el cerebro para incrementar nuestra creatividad creando cosas nuevas, ya que solamente en las crisis es cuando los seres humanos hacen el esfuerzo de trascenderse a sí mismos.

   Estamos atravesando una tercera guerra mundial, pero esta vez contra un enemigo microscópico con gran poder para matarnos.  Enfrentémoslos con la misma valentía y coraje que tuvieron nuestros ancestros que vivieron cosas peores como bombardeos, hambre, enfermedades, pérdidas de sus seres queridos y de todas sus pertenencias e incluso enfrentar el exilio o la tortura y el exterminio en campos de concentración.

   Vivimos en un mundo material en el que todo en algún momento termina porque nada es eterno, ni siquiera el corona virus.

Malena Lede