La pandemia obligó a los habitantes de este planeta a cambiar de estilo de vida durante casi dos años; pero gracias a las vacunas, poco a poco la vida en este mundo se está normalizando.
Ahora ya podemos salir de nuestros encierros casi como antes, todavía con algunas restricciones que pronto se convertirán en experiencias del pasado.
Muchos padecieron la pérdida de familiares, otros tantos se quedaron sin sus trabajos, algunas industrias cerraron y miles de comercios quebraron..
Cada uno de estos hogares inesperadamente pasaron de vivir una situación económica holgada a experimentar por primera vez en sus vidas la pobreza más extrema hasta el límite de perder sus casas.
Estar enfermos y además perder todo recurso económico es la pesadilla que han vivido muchas personas en estos fatídicos últimos años.
La pandemia ha provocado los mismos estragos que produce una guerra, la pérdida de vidas, de trabajo y de muchos hogares.
Los seres humanos poseen la capacidad de adaptarse a las condiciones de vida más difíciles, sin embargo, luchar contra un enemigo invisible ha puesto a prueba esa capacidad en muchos que no han podido evitar caer en una depresión y a perder el sentido de sus vidas.
Empezar de nuevo en un mundo cada vez más competitivo cuando los años de la juventud han pasado y las oportunidades han disminuido, es una exigencia cada vez más dura de enfrentar.
Ya no basta con tener ganas de trabajar, también hay que estar dispuesto a aprender, porque lo único que ha sobrevivido en todo el mundo es el cambio.
Hoy en día, para poder trabajar hay que manejar con habilidad la nueva tecnología, empezar de cero y ser capaces de realizar el salto cuántico que implica estar viviendo en el futuro.
La nueva tecnología resolvió muchos problemas al permitir trabajar a distancia, hacer reuniones no presenciales, conferencias, espectáculos, entrevistas médicas, etc.; y esta modalidad llegó para quedarse.
Como en el juego de naipes, hay que barajar y dar de nuevo, sin perder las esperanzas. El futuro nos espera a todos obligándonos a producir nuevas ideas, a salir de los condicionamientos y a cambiar.
Un nuevo destino les espera a quienes son capaces de no perder las ilusiones y de enfrentar el cambio con entusiasmo y energía positiva.
Malena Lede
Publicar un comentario
Muchas gracias por participar de este espacio!