EL RESENTIMIENTO Y EL PERDON - Psicología Malena Lede

 

 Cuando el Ego es muy grande se tiende a crear resentimiento, o sea a sentirse ofendido por cualquier cosa y conservar el dolor de la afrenta; porque un Ego muy grande está ocultando  complejo de inferioridad y baja autoestima y no tolera los cuestionamientos ni las críticas.

  Estas personas se ofenden y no pueden perdonar, son susceptibles y suspicaces, interpretan todo banal comentario como una agresión, se sienten rechazados y conservan esa emoción negativa mucho tiempo.

  Es imposible tener amigos con esta grave falla de carácter porque cansan, hay que explicarles todo para evitar falsas interpretaciones y hablar con mucho cuidado porque cualquier cosa que se les diga puede ser tergiversada.

  Este problema de comportamiento tiene sus raíces en la infancia, pero es inevitable que  los padres hagan diferencias en el trato con sus hijos.

  Los padres pueden sentir distinta afinidad con respecto a sus hijos, según el temperamento que tengan,  según el momento que está pasando la familia al nacer cada uno de ellos y su situación económica y social.

 Sabemos que el exceso de frustración en la infancia produce efectos devastadores en los hijos, pero  también el exceso de gratificación puede producir trastornos.

  Estas fallas de carácter que pueden afectar las relaciones tanto en la vida personal como en el trabajo, hasta cierta medida pueden mejorarse si se tiene conciencia del problema, a veces a través de la introspección y otras veces con ayuda terapéutica.

  Caso contrario,  estos individuos se convierten en seres solitarios y egoístas incapaces de crear vínculos duraderos, de socializar y de compartir nada.

  El perdón sólo es posible cuando se puede trascender el ego y ver al otro como otro no como la continuación de si mismo; significa aceptarlo como es, comprenderlo y ser capaz de considerar sus razones.  

  Nadie es perfecto y siempre nos sentiremos mejor y seremos más felices si logramos aprender a relacionarnos con los demás y brindar afecto.

  Podemos cometer errores porque somos humanos perfectibles, pero no perfectos,  pero reconocer los errores es una virtud de pocos.

  El mundo está lleno de personas llenas de odio que no pueden perdonar y que trasmiten su odio al resto de la humanidad, delinquiendo, creando vínculos enfermos y haciendo sufrir a los demás.

  Está comprobado que la mayor parte de los delincuentes que se encuentran en prisión son individuos que han tenido infancias difíciles, que carecieron de figuras parentales, que no han recibido afecto siendo niños y que la gran mayoría de ellos ha sufrido severos castigos.

  Cuando un niño no ha podido incorporar valores, por haber recibido mensajes morales contradictorios sobre el bien y el mal, en el peor de los casos se defenderá dejando de sentir emociones, por lo tanto se convertirá en un psicópata, patología mental incurable que lo impulsará a cometer los crímenes más atroces.

  Perdonar a los padres es necesario pero es una tarea muy difícil. Muchos lo logran para poder seguir adelante y avanzar en la vida, otros se quedan en el camino cargando con el peso del odio toda su vida.

  Los individuos capaces de cometer los delitos más aberrantes no nacen, se hacen.

Malena Lede