Las enfermedades suelen producir sufrimientos y muchas de ellas exigen cuidados intensivos o tratamientos largos y muy costosos.
Pero también son la fuente de grandes recursos para los laboratorios, especialistas, cirujanos, centros de salud, etc.
Hace unos días leí una noticia en un diario de este país que anunciaba la existencia de un nuevo medicamento para la presbicia (disminución de la visión que se produce aproximadamente alrededor de los cuarenta y cinco o cincuenta años debido a la pérdida del poder de acomodación del cristalino para ver a distintas distancias),
Ese medicamento hace muchos años que existe y que se fabrica en Europa, pero lamentablemente no llega a todos los países del mundo. Recién ahora hay alguien que se atreve a hablar de ello.
Se trata de una simple gota que se debe colocar en cada ojo todos los días para ver perfectamente bien todo ese día sin anteojos.
Este importante medicamente debería estar desde hace mucho tiempo en las farmacias de todo el mundo al alcance de todos, sin embargo sólo pueden adquirirlo los afortunados que tienen acceso a él por medios no comunes.
Claro que si la presbicia se llegara controlar en todo el mundo con esas gotas, también desaparecerían no pocos laboratorios que producen los cristales y fabrican anteojos, además de muchos de los negocios que los venden.
Los descubrimientos siempre afectan de algún modo algún sector de la economía en el mundo y muchas veces existen personas influyentes que tienen el poder de frenar adelantos científicos si existe ese riesgo.
Los laboratorios, la medicina y cada especialista médico ya tienen armadas sus estrategias para proveer y para atender a sus respectivos pacientes como lo hacen habitualmente. No todos estarían dispuestos a abandonar una fuente de recursos segura para enfrentar el cambio, aunque éste cambio signifique para los pacientes, como en este caso, independizarse para siempre de los anteojos para poder ver normalmente.
Por esta razón, aunque este descubrimiento existe desde hace mucho más de treinta años, nadie nunca hizo nada para que prospere y es por eso que todavía seguimos comprando anteojos.
Esta noticia me recordó a Tesla, el científico que afirmaba haber descubierto la forma de obtener energía gratuita para todo el mundo, dado que llegó a la conclusión de que la energía no es algo que se necesite fabricar sino que existe naturalmente.
Tesla investigaba gracias al apoyo de grandes empresarios estadounidenses dedicados a la industria de la electricidad. Pero cuando estos empresarios se dieron cuenta que si desarrollaban el descubrimiento de Tesla quebrarían sus negocios, dejaron de prestarle ayuda y lo abandonaron a su suerte.
No quiero pensar en cuántas enfermedades se podrían curar pero que todavía no se curan, no porque no se haya descubierto su remedio sino porque si lo llegaran a fabricar le arruinaría el negocio a mucha gente influyente.
"Cuanto más conozco a la gente más quiero a mi perro".
Malena Lede
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