La autolimitación es la barrera más difícil de superar en la vida; y más infranqueable resulta cuando se sustenta en pensar que ya es demasiado tarde para llevar a cabo un proyecto, materializar una idea o construir algo nuevo.
Nunca es tarde, porque más que cualquier proyecto en sí mismo, el sólo hecho de la creación y de la intención de hacerla realidad está la oportunidad de experimentar con mayor intensidad el verdadero sentido de la vida.
La especie humana es la única que puede trascender sus condicionamientos, cuestionarse a sí misma y modificar la naturaleza que la rodea. Cuando logra materializar su poder creativo, único y distinto, se da cuenta que ese es uno de los más grandes objetivos de su existencia.
La edad nunca ha sido un obstáculo, porque toda labor creativa es capaz de generar nuevos circuitos cerebrales y de mantener la lucidez mental sea cual sea la edad que se tenga.
Pero una vasta experiencia sólo puede resultar valiosa cuando se ha logrado plena aceptación y adaptación a los cambios.
Ser capaz de escuchar la voz interior de la inspiración y atreverse a recorrer el intransitado camino de lo nuevo y distinto, es sólo la tarea de los que se mantienen siempre jóvenes de espíritu.
Malena Lede
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