EL AGUA
La Tierra es el punto azul que se distingue de los demás
cuerpos celestes desde el espacio; porque
un 71% de su superficie está cubierta de agua, que es el elemento esencial e
imprescindible para que todo ser vivo pueda seguir existiendo.
La evaporación del agua de los océanos y de
los mares debido al calor del Sol, produce grandes concentraciones de vapor de
agua que permite la formación de nubes de vapor de agua dulce en la atmósfera,
que son arrastradas por el viento hacia los continentes donde se transforman en
lluvia, granizo o nieve, según la temperatura ambiente.
De las lluvias y los deshielos nacen los
grandes ríos, que a la vez forman lagos
y grandes depósitos naturales de agua subterránea, que finalmente llegarán a
morir en los océanos y mares, que es donde comenzará un nuevo ciclo.
Los océanos y, los mares son esenciales para
la vida, porque regulan el clima, proveen de alimentos a millones de personas,
permiten producir electricidad y también agua potable.
Aunque aún no existe certeza, se acepta la
hipótesis que afirma que en el agua se produjo el principio de la vida en la
Tierra, a partir de una sola célula, tal vez como resultado de algún fenómeno
natural que aún desconocemos.
Con el poder de la evolución, este ser
primigenio, consiguió multiplicarse y evolucionar, logrando transformarse a lo
largo de millones de años en otras formas de vida cada vez más complejas, hasta
que una interminable cadena de especies llegó a poblar ese vital elemento.
Muchas especies se extinguieron debido a
múltiples cataclismos y drásticos cambios en su hábitat al que no se pudieron
adaptar, pero otras más aptos, no sólo sobrevivieron sino que después de
millones de años, evolucionaron, hasta llegar a abandonar su medio natural y
poder vivir fuera del agua; y así fue como la Tierra se comenzó a poblar con
una asombrosa cantidad de especies cada vez más complejas.
El agua tiene el poder de crear vida pero
también puede ser el origen de una epidemia.
Tanto la aparición del primer ser vivo como los
saltos evolutivos de una especie a otra, son fenómenos que la ciencia todavía no
ha podido comprobar, pero se acepta la teoría evolucionista de Charles Darwin, que sostiene que fue la necesidad de adaptarse
a los cambios, mediante un proceso de selección natural que demandó millones de
años, lo que permitió que evolucionaran y sobrevivieran los más aptos..
En el agua nacen, se reproducen y mueren
infinidad de especies portadores de sus propios virus y bacterias. No es casual que esta pandemia haya comenzado
en un antiguo mercado de mariscos en China donde se manipulan, venden y
consumen todo tipo de productos de mar.
Los
océanos, los mares y los ríos, son el hábitat de incontables especies, que pueden
transmitir sus propios virus y bacterias naturales a los humanos y producir
grandes epidemias.
Nosotros
contamos con las defensas para la mayoría de los virus y las bacterias de
nuestra propia especie, pero carecemos
de anticuerpos para defendernos de los de otras especies.
Poblaciones enteras en el planeta sufrieron
distintos tipos de gripes a lo largo de la historia. La gripe porcina, que provenía de los cerdos
criados en lugares propicios para el desarrollo de enfermedades, la gripe
aviar, proveniente de los pollos de criaderos, que vivían hacinados y sometidos
a la alteración del ritmo circadiano del día y de la noche mediante luces
artificiales para acelerar su crecimiento; el mal de la vaca loca en Gran Bretaña, debido
a la alimentación artificial con polvo de hueso animal, cuando las vacas sólo
comen pasto, el virus del Sida, supuestamente transmitido por la cruza entre
humanos y otras especies animales.
La mal llamada gripe española de 1918, no
comenzó en España sino en una granja de
un pueblo de Texas, Estados Unidos; y posteriormente se extendió hasta el
estado de New York, donde debido a esa enfermedad murió mucha gente.
Pero también se transmitió a otros países cuando
el mundo estaba atravesando la Primera Guerra Mundial y las tropas
norteamericanas aliadas que participaron, lo llevaron consigo porque tuvieron
que cruzar el Océano Atlántico. Fue así
como se propagó el virus por toda Europa y Asia.
España
era un país neutral, por eso podía publicar las noticias sobre la epidemia de
gripe sin censura, y de allí surgió la falsa información que hizo que esa epidemia llegara a conocerse
en todo el mundo como la gripe española.
No existieron las vacunas hasta 1931, sin
embargo, esta gripe sólo duró dos años, cuando se produjo la inmunización de
rebaño, pero dejó un saldo de 50 millones de muertos.
Hasta ahora el Covid 19 ha producido en todo el mundo, oficialmente unos cinco millones de víctimas pero se estima extra oficialmente que la cifra de los fallecidos alcanzó hasta ahora entre siete y diez millones de personas.
Estimo que lo peor ha pasado y que las vacunas lograron que hubiera que lamentar muchos menos decesos, las cifras hasta ahora lo revelan.
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Muchas gracias por participar de este espacio!
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Muy interesante!!!👏👏
ResponderEliminarGracias
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