ORFEO Y EURIDICE - CUENTO FANTÁSTICO

 


         Orfeo es un personaje de la mitología helénica, que representa el  arte musical.  Según la leyenda, tocaba el violín de tal manera que era capaz de dominar a las fieras.

         Orfeo perdió a su amada Eurídice en forma accidental; y no pudiendo aceptar este luctuoso hecho, decidió ir a buscarla al inframundo.

Los mitos son leyendas cuyos protagonistas son seres sobrenaturales que intentan explicar todo el quehacer humano y dar una respuesta trascendente sobre el origen y el fin de todas las cosas y el sentido de la realidad. 

Son hechos extraordinarios realizados por dioses, semidioses, héroes o monstruos, que expresan todo el saber de la humanidad y que transmiten los valores esenciales que hay que respetar.

Los mitos son arquetipos, o sea esquemas de situaciones trágicas que se repiten a través de los siglos y que, aunque sean irremediables, algunos  seres humanos muchas veces no pueden aceptar.

Hechos dramáticos suceden todos los días que pueden exponer a las personas a perder la vida o a sufrir graves consecuencias; y esas calamidades son vividas por los familiares de las víctimas de distintas maneras.

Era casi la madrugada y Juan apresuró el paso para llegar a su casa antes que saliera el Sol.  La calle estaba desierta y una fría llovizna caía insistentemente desde hacía rato. Se había acostumbrado a andar solo por esas calles solitarias que hasta llegó a disfrutar del silencio que lo rodeaba. Un gato negro pasó como una ráfaga delante de él y se persignó.  – Mala suerte, pensó, y sus labios esbozaron una sonrisa irónica.

La tragedia ya había golpeado a su puerta y se había llevado a quien más amaba durante un asalto, de esos que ocurren todos los días,  Una maldita bala perdida que la alcanzó y se la llevó para siempre.

Su trabajo como primer violinista de la orquesta sinfónica de su ciudad y su amor por la música eran los únicos intereses que todavía le daban sentido a su vida y que le permitían seguir viviendo.

Entró a su casa vacía y se tiró en la cama sin desvestirse.  Cerró los ojos, tal vez el sueño le podría permitir atravesar el umbral de la muerte y encontrarse con su amada.

Mientras apoyaba su cabeza en la almohada, se acordó del mito de Orfeo que al no poder aceptar la muerte de Eurídice se atrevió a cruzar el desconocido umbral de la muerte estando vivo y cerró los ojos pensando que tal vez el sueño le podría permitir, como a Orfeo, ir a buscarla.

Imaginó el camino hacia el otro mundo y se dio cuenta que se estaba exponiendo a algo muy peligroso.  Había oído que no se puede jugar con lo que no se conoce ni interrumpir el descanso de las almas que se han ido.

El corazón le dio un vuelco cuando sintió la presencia de alguien que lo interrogaba y sólo atinó con el pensamiento a expresarle el deseo que lo atormentaba.

La sombra lo acompañó por los laberintos de ultratumba, donde habitan las almas, y después de pasar por los peores horrores, se encontró con su amada.

Esa misteriosa presencia le dijo que por ser la reencarnación de Orfeo, le otorgaría el mismo privilegio en este siglo.  Ella lo acompañaría al mundo de los vivos con la misma condición que existía para todo el que se atreviera : en ningún caso podría girar su cabeza hacia atrás para comprobar si la mujer lo seguía, porque si llegaba a hacerlo, la perdería para siempre.

Juan aceptó el reto y caminó por las tenebrosas profundidades, sofocando todo peligro que lo acechaba tocando su violín.

Cuando ya estaba pisando el umbral de la salida, no pudo contener su humana curiosidad y giró su cabeza respondiendo a un irrefrenable deseo de comprobar si ella lo seguía.

Fue así como la figura real de su amada comenzó a desdibujarse lentamente para terminar desapareciendo en el aire.