En los tiempos del profeta Abraham, mucho antes de Moisés y del antiguo Egipto, existieron pensadores que mantenían en riguroso secreto sus enseñanzas a quienes no estaban preparados para recibirlas.
Estas enseñanzas están basadas en el dominio de las fuerzas mentales más que en las materiales, con el poder de transmutar una clase de vibración mental en otra, porque todo vibra en el universo, todo se mueve, nada está inmóvil.
Cuanta más alta sea la vibración más alta es la vibración del Espíritu que es ilimitada, todo es doble, o sea tiene dos polos opuestos, las semejanzas y los antagonismos son idénticos en su naturaleza pero diferentes en grado y los extremos se tocan. No hay verdades absolutas, sólo medias verdades y es posible cambiar las vibraciones propias como las de los demás por medio de la voluntad.
Todo fluye y refluye, avanza y retrocede, asciende y desciende, se mueve como un péndulo.
Toda causa tiene su efecto, y todo efecto tiene su causa, el azar no existe, es algo que todavía no conocemos.
La generación se manifiesta en todos los planos, todo tiene su principio masculino y femenino.
La mente puede ser transmutada de estado en estado, de grado en grado, de condición en condición, de polo a polo, de vibración en vibración.
Si esto es cierto, entonces el Universo parecería mágico, pero más allá del Cosmos, del Tiempo y del Espacio, y de todo lo que cambia se encuentra la Realidad Sustancial, la Verdad Fundamental, lo Eterno, el Todo, que es incognoscible, infinito e inmutable.
La ciencia nos dice que la materia es energía en un grado menor de intensidad vibratoria, es Mente viviente e infinita que los iluminados denominan Espíritu.
Desde esta perspectiva, el Universo es una creación mental sostenida en la mente del Todo. y el Todo es la matriz del Cosmos.
La muerte es nacer en una vida nueva en ascenso continuo hacia planos cada vez más elevados en el tiempo y espacio y desde el punto de vista absoluto, el Universo es una ilusión, un sueño, si lo comparamos con el Todo en sí mismo.
La materia existe para nuestros sentidos y la ciencia corrobora estas enseñanzas herméticas. Desde este punto de vista es posible polarizar la mente en el grado que se quiera, obteniendo un perfecto dominio y control sobre los estados mentales y de la misma manera afectar las mentes de los demás.
Según este principio, los que quieren modificar las vibraciones de las cosas materiales o de las energías, parecerían ser capaces de hacer milagros.
El principio de polaridad afirma que los polos no son absolutos, no existe un amor absoluto o un odio absoluto, porque los dos son los polos de una misma cosa. Tampoco existe un valor absoluto ni un miedo absoluto, el valor puede transmutarse en miedo y viceversa, el perezoso puede volverse activo y el activo convertirse en perezoso. Sin embargo, la tendencia de la Naturaleza es en dirección a la actividad dominante del polo positivo.
Todos podemos elevar nuestro estado de mentalidad a la vibración que deseamos mediante la voluntad y por inducción producir el mismo estado en otros; y así podremos ser los dueños de nuestros pensamientos en vez de ser esclavos de ellos.
Todo tiene ritmo de un polo a otro, siempre hay una acción y una reacción, un avance y un retroceso, una elevación y una caída. La oscilación pendular es evidente en todas las cosas.
Todo aquel que en mayor o menor grado ha adquirido cierto dominio de sí mismo, ha sido capaz de elevar el Ego sobre las vibraciones negativas del plano inconsciente y puede lograr que no se manifiesten en el plano consciente.
Ascendiendo al plano superior del Ego se evitan muchas de las experiencias que llegan a los que habitan en planos inferiores.
Uno generalmente paga el precio de lo que tiene o le falta, si posee una cosa le falta otra y así se equilibra la balanza, o sea que las cosas que uno obtiene siempre se pagan con las que se pierden.
Nada sucede por casualidad sino por una o muchas causas. Los acontecimientos son el resultado de una cadena coordenada de sucesos que fluyen de la energía creadora del Todo.
Tanto el libre albedrío como el determinismo son semi verdades, o sea los polos opuestos de la Verdad.
La verdad es que el ser humano puede ser a la vez libre y limitado por la necesidad. La humanidad en su gran mayoría es más o menos esclava de la herencia, del medio ambiente, etc. y manifiesta muy poco libre albedrío. Es arrastrada por las opiniones, costumbres y pensamientos del mundo externo, así como por las emociones, sentimientos y modalidades.
Pero los grandes Maestros que conocen las reglas del juego, se elevan por encima del plano de la vida material y pueden dominar sus propias modalidades, caracteres, cualidades y polaridades, así como al medio ambiente que los rodea, mientras obedecen y sirven en los Planos Superiores, pueden dominar y ser dueños del plano material. Recién entonces, cuando todos hayan alcanzado ese nivel se podrán evadir de todas las leyes que rigen los fenómenos materiales.
Los principios masculino y femenino están siempre presentes y en plena actividad en todos los fenómenos y en cada uno de los planos de la vida; sin embargo, género y sexo no es lo mismo. Género significa concebir, procrear, generar, crear, producir o sea que tiene un significado mucho más amplio y general que el término sexo que únicamente se refiere a las distinciones físicas entre los seres machos y hembras.
El sexo es una mera manifestación del género en cierto plano del Gran Plano Físico, el de la vida orgánica.
La tendencia del principio femenino es siempre la concebir impresiones o ideas, mientras que la tendencia del masculino es expresarlas.
El principio femenino conduce el trabajo de generar nuevos pensamientos, conceptos, incluso la obra de la imaginación. El masculino se contenta con la acción de la voluntad y en estimular y dar energía a la parte creadora de la mente femenina. Algunas personas pueden emplear activamente ambos principios mentales, el femenino y el masculino.
Se pueden cambiar las propias vibraciones mentales mediante un esfuerzo de la voluntad, fijando la atención sobre el estado deseado. La voluntad dirige la atención y la atención es la que cambia la vibración de modo que si se logra cambiar la polaridad poniendo atención al polo opuesto, lo no deseado desaparece. Por ejemplo, el miedo no se puede erradicar, lo que hay que hacer para no tener miedo es cultivar el valor.
Malena Lede
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Muchas gracias por participar de este espacio!
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Maravilloso Male muchas gracias 😊
ResponderEliminarGracias, muchas gracias por leer.
ResponderEliminarMuy bien explicado Male, hay q leerlo con mucha concentración.
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