Cuando todas nuestras necesidades están satisfechas nos cuesta agradecer porque ya lo damos por sentado sin pensar que tal vez hay muchos que pueden carecer de lo.esencial.
Cuando lo único que se percibe es el propio ombligo, se pierde la perspectiva y vamos detrás de quimeras inalcanzables.
Aceptar lo que es no es fácil, entonces es cuando se pierde la paciencia; porque los sueños se interponen a la realidad que es la única verdad.
Sin perder la fe ni renunciar, se puede aprender a aceptar y esperar sin perder en el intento el buen humor.
Malena
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