Hoy en día, es difícil que todavía haya alguien que no sepa aun, que para mantenerse ágil, jovial y sano por mucho tiempo, es recomendable una alimentación sana y equilibrada, dormir bien, evitar el cigarrillo y las drogas y tratar de disminuir en lo posible toda causa de estrés.
Pero también existen otras formas de ayudar este proceso, como despojarse de viejos hábitos y de muchas ideas erróneas que por lo general no nos permiten cambiar.
Se puede tener una percepción equivocada de sí mismos y pretender ser como las personas que se admiran, ignorando que son las diferencias las que hacen a un ser humano único e irrepetible.
Establecer buenos vínculos tanto familiares como sociales o laborales es el alimento con el que nutrimos el alma, porque nos hace sentir que no estamos solos y que siempre habrá alguien cerca para apoyarnos y acompañarnos en los momentos difíciles.
Tener una mente sana garantiza un cuerpo sano dado que gran parte de las patologías más comunes suelen ser psicosomáticas y muchas veces graves.
El ejercicio físico y la práctica de la meditación y la respiración en forma regular, son recursos accesibles para la mayoría, aun para las personas que trabajea todo el día, sin alterar sus ocupaciones y sin demasiado esfuerzo, como por ejemplo, dejando estacionado el auto más lejos del lugar donde se desempeñan, o bajándose diez cuadras antes de la parada del ómnibus que los lleva a sus tareas. En cuanto a la meditación y la respiración se pueden aprender esas técnicas por distintos medios televisivos en forma gratuita, a toda hora.
La meditación y la relajación sólo lleva algunos minutos. Cinco minutos es bueno, diez minutos es mejor y quince minutos es excelente.
Aprender a decir que no, es difícil pero no es imposible. Ser cordial, amable y útil para el que sabemos que lo necesita no significa que haya que desvivirse por ello. Por eso es necesario aprender a derivar tareas y a pedir ayuda.
Las personas tóxicas que acostumbran a proyectar todas sus frustraciones en otros, dejándolos cargados con todos sus problemas, es mejor evitarlas o por lo menos intentar reducir las oportunidades de encontrarse con ellas.
Es importante nutrirse de buena compañía y trabajar en lo que para cada uno resulte placentero, para permanecer equilibrado y para poder hacer frente a las distintas circinstancias de la vida sin perder la confianza en si mismos y el optimismo, y para poder tener más chances de progresar en la vida.
Amar es saludable y odiar es enfermizo, porque el amor alimenta, nutre, es un factor de unión, de acercamiento, de segura compañía; mientras el odio nos aleja de las personas y de la realidad, no nos permite ver con claridad y nos lleva a cometer actos insensatos.
No hay que permitir que desaparezca del todo el niño que todos llevamos dentro, necesitamos mantenerlo siempre vivo, para no perder del todo la inocencia y la ingenuidad necesaria y así poder entender mejor a los demás y aprender algo de ellos.
No aferrarnos a las creencias ni dejarnos convencer por quienes tienen el poder de manipular multitudes nos hace más sabios y nos mantiene interesados en el mundo, permitiéndonos discernir con más claridad y tomar las decisiones más sensatas.
Las personas felices no se enferman, mientras que las que son infelices no sólo se enferman sino que agravan su condición hasta volverla irreversible.
Atrevernos a llevarnos bien con nosotros mismos, a perdonarnos y a reconocer nuestro valor, sin temor por asentirnos orgullosos de ello, nos hará mas felices.
Malena Lede
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