Esta vida es cambio y nada dura para siempre; por eso, no hay que apegarse a nada ni a nadie porque todo es prestado para disfrutarlo en el aquí y ahora.
No podemos aferrarnos a idéas preconcebidas, porque la realidad es imprecisa, irregular y complicada y es casi imposible poder pronosticar lo que va a pasar.
Toda persona sana busca mejorar, sentirse bien, hacer nuevos amigos, conocer lugares, disfrutar de los placeres de la vida y rechazan los malos ratos, las discusiones, los cambios de opinión, las peleas y las pérdidas en general; sin embargo siempre hay gente que es capaz de matar para defender una posición política o cualquier otra cosa.
La guerra es el peor de los enemigos del hombre, porque por lo general ninguno resulta ganador y todos pierden muchas cosas, afectos, hogares, propiedades, países, viviendas, trabajos, negocios, hijos, familia, .
Sin embargo, a pesar de todo eso, sabemos que es muy difícil que algún día haya paz absoluta, porque siempre habrá desigualdad de oportunidades, gente descontenta con su destino, niños abandonados y desnutridos, envidia y hambre.
En el mundo que vivimos, contrariamente a lo que se pronosticaba, está disminuyendo la población, porque es innegable que son los factores económicos los que influyen en la disminución o aumento de seres humanos en este planeta. Pero se observa un incremento de la educación, de la alfabetización y de la ignorancia, que es el flagelo que asolaba y que todavía afecta al mundo, y que afortunadamente está disminuyendo día a día.
El mayor acceso a la salud y a la educación, la escolaridad obligatoria, el orden social y todos los esfuerzos para lograr incrementar los recursos naturales y cuidar el planeta, afortunadamente, están dando buenos resultados.
La posibilidad de acceder a la información es el medio más eficaz para instruir, educar, guiar y ayudar a los más desposeídos que tienen pocas posibilidades de salir de la pobreza.
Lamentablemente el valor de la familia se ha perdido en los jóvenes, debido principalmente al fracaso de sus progenitores, al abandono, a la pérdida de las raíses y de los valores; y al individualismo, que se apoderó de las mentes más lúcidas porque no pueden evitar trasmitir su desencanto.
Sin embargo, tenemos que seguir avanzando sin perder la esperanza porque nada dura para siempre, sin olvidar, que no podemos lograr nada solos
Malena Lede
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Hola Malena 😀 gracias por compartir 😊 buen día
ResponderEliminarPablo Manuel y sus circunstancias