El Yo es inmortal - Psicología Malena Lede




Todas las religiones hablan sobre la inmortalidad del alma; ahora la ciencia parece coincidir con esa ancestral profecía.

La ciencia se está abriendo camino hacia el conocimiento de nosotros mismos, pero antes debe abandonar la antigua forma de pensar y adoptar una nueva lógica, la de la física cuántica y guiarse por las percepciones de la meditación.

El conocimiento de nosotros mismos y la comprensión de la realidad que percibimos puede llevarnos a un estado de paz interior y de profundo amor.

Todo lo que percibimos con nuestros sentidos es solamente uno de los aspectos de la realidad. 

El universo material está compuesto de átomos y los átomos a su vez, de partículas sub atómicas en movimiento. 

Estas partículas sólo existen cuando las observo, porque si no son observadas son solamente posibilidades en potencia.

Al observarlas, estas potencialidades se detienen y se manifiestan como materia.   Por lo tanto, toda la materia y también nosotros mismos,   estamos hechos básicamente de no materia.

Yo soy el observador que pone de manifiesto en mi conciencia mí cuerpo material y el mundo que me rodea, en un espacio tiempo.

El Yo es el pensador inmaterial y eterno, el testigo silencioso, el espectador, el que permanece siempre allí invariable,  aunque lo que percibe cambie.

Yo no puedo percibir al que percibe porque con los sentidos sólo tengo  percepciones y soy lo que percibo, o sea mis pensamientos; sólo lo puedo encontrar en el espacio entre mis pensamientos.

Las percepciones son fenómenos que ocurren en el espacio tiempo y mi cuerpo y mis pensamientos también; pero el testigo silencioso que percibe es espíritu.

El Yo es el espíritu, inmaterial, ilimitado, inmutable, que no puede ser creado ni destruido, que no tiene principio ni fin, que está en todas partes y en ninguna.
 
Ese es el Yo esencial que sólo puedo encontrar en la meditación, en soledad, en el espacio sin percepciones ni pensamientos; siendo quien soy..

Malena Lede – Psicóloga

Fuente: “Tu eres inmortal”; Deepak Chopra.