Cómo Cambiar de Estado de Ánimo



Levantarse de mal humor es el lujo que se pueden dar los que lo tienen todo, que son con demasiada frecuencia los eternos desconformes.

Si Ud. tiene todo lo que necesita, tiene que dar gracias a la vida. Dar gracias, le permite tomar conciencia de todo lo que ya tiene y eso es importante para ayudarlo a cambiar de estado de ánimo.

Hacer proyectos lo obligará a conectarse con la realidad y a poner energía afuera, porque el que centra todo su interés en si mismo, se enferma, siente dolores migratorios y porque teme a la muerte, comienza una rutina de médicos que se convierte en el sentido de su vida.

Planifique la realización de algo novedoso, introduzca en su vida la frescura de lo desconocido y nuevo, siéntase joven y de la edad que Ud. quiera no de la que tiene.

Ocúpese de los demás y esa será la señal que le indicará que le cambiará el ánimo, para poder trasladárselo a otro menos afortunado que tal vez esté pasando por una situación ingrata.

Piense en positivo y desparrame buena onda a diestra y siniestra, se convencerá Ud. mismo que todo está bien y que después estará mucho pero mucho mejor.

No es tan difícil ver el otro lado de las cosas, el lado positivo, risueño, esperanzado. La mala onda lanzada al viento sin poder de decisión es inútil; sólo sirve para amargarse uno mismo y amargar a otros que no saben nada sobre ese tema.

Preste atención a lo que realmente es bueno, lo hará sentir mejor; ayudará a los demás a sentirse bien y favorecerá la ocurrencia de cosas agradables.

Acostúmbrese a eliminar de su vocabulario la frase: “no me gusta”, por “y por qué no”

Desconfíe de las cosas que no les gustan, porque todas esas cosas a las que renuncia de antemano sin conocerlas, pueden convertirse en posibilidades de crecimiento personal.

Trate de hacer realidad aquello que siempre quiso hacer y nunca hizo, por depresión o pereza, deje de poner excusas y no se olvide que siempre está a tiempo y que hoy puede ser el momento.

Deje de decir que no, el no nos cierra todos los caminos que milagrosamente se abren para nosotros gracias a la providencia. Pruebe, investigue, confirme en el poder de los hechos fortuitos y verá que coinciden con sus necesidades.

Aprenda a alinearse con las fuerzas naturales antes de juzgar o decir que no. Las oportunidades pasan sólo en el momento preciso y por lo general la gente no las ve porque están mirando inútilmente su propio ombligo.


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